- En noviembre de 2013, Facebook puso sobre la mesa 3.000 millones de dólares para hacerse con la compañía
- 5 meses en Wall Street en los que Snap ha visto como su capitalización bursátil ha caído más de un 45%
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Las guerras de poder de Silicon Valley poco o nada tienen que envidiar a las de ‘Juego de Tronos’. Las compras y alianzas entre pequeñas, medianas y grandes compañías tecnológicas están a la orden del día y cualquier decisión puede cambiar el rumbo de todo. Snapchat ha sido una de las apps con mayor crecimiento en los últimos tiempos. El fantasma que amenazaba a los grandes ha dejado de estar de moda a pesar de sus esfuerzos. Tras rechazar la venta a Facebook, encontró en Mark Zuckerberg a su peor enemigo.
En noviembre de 2013, Facebook puso sobre la mesa 3.000 millones de dólares para hacerse con la compañía
Snapchat nace de las manos de sus dos fundadores Evan Spiegel y Bobby Murphy, tras algún proyecto similar y con mucho menos éxito, Snap, la compañía detrás de la aplicación echó a rodar en septiembre de 2011. El éxito y la popularidad de la aplicación no tardó en llegar y en mayo de 2013 los usuarios mandaban más de 14.000 millones de fotos y vídeos diarios. Seis meses después, Facebook puso sobre la mesa 3.000 millones de dólares para hacerse con la compañía, suculenta oferta en aquel momento para una empresa sin ingresos y en pérdidas, pero no suficiente para sus creadores.
La negativa a vender fue un duro revés para Mark Zuckerberg, que un año antes sí consiguió convencer con 1.000 millones a Kevin Systrom para comprar Instagram, el gran rival hoy de Snapchat. El gran creador de Facebook no está acostumbrado a perder pero su venganza se serviría fría. Los siguientes cuatro años hasta llegar a hoy en día son una carrera de fondo entre el gigante de las redes sociales con todo su séquito de compañías y aplicaciones contra la pequeña pero matona aplicación de moda.
LA GUERRA POR EL VÍDEO
De igual manera que Zuckerberg promulgó a los cuatro vientos su apuesta por los dispositivos móviles cuando pocos se imaginaban las redes sociales y los grandes portales sin un ordenador, hace tiempo que el creador de Facebook anunció su apuesta por el vídeo. "Seguiremos colocando el video primero en toda nuestra familia de aplicaciones y facilitando a la gente capturar y compartir videos de nuevas maneras", aseguraba en la conferencia con desarrolladores a comienzos de este año.
El interés de Zuckerberg en el vídeo explica el interés en Snapchat. La aplicación les tomó la delantera a todos. A comienzos de 2016, la compañía anunció que sus 100 millones de usuarios, entonces, consumían más de 8.000 millones de vídeos al día, la misma cifra que anunció Facebook y sus 1.040 millones de usuarios e idéntica a la que los expertos estimaban que se reproducía diariamente en YouTube.
La aportación de Snapchat no sólo fueron los mensajes efímeros que desaparecían una vez vistos o tras pasar un periodo de tiempo predeterminado, el verdadero éxito fue educar a los usuarios con el vídeo. Con Snapchat muchos cambiaron el ‘chip’ y pasaron del ‘selfie’ enviado por WhatsApp al vídeo corto con alguna máscara o efecto de imagen enviado a través de la app. Sin duda fue este formato el que hizo saltar las alarmas en Menlo Park y provocó que Zuckerberg pusiera toda su maquinaria a funcionar.
ESPIONAJE
Una reciente información publicada por Wall Street Journal explica cómo Facebook se preparó para atacar a Snapchat. Según el medio estadounidense, la red social espió a los usuarios de su competidor a través de un software especial ‘Onavo’. Esta aplicación comprada a una firma israelí por cerca de 150 millones de dólares permitía a Facebook recopilar información sobre lo que los usuarios hacen con sus teléfonos, y por lo tanto lo que hacen en otras aplicaciones como Snapchat.
Onavo Protect da a Facebook la capacidad de determinar qué aplicaciones utilizan más
Los datos de Onavo provienen de Onavo Protect, una aplicación móvil gratuita diseñada para mantener la seguridad de la información. Cuando los usuarios de Onavo Protect abren una aplicación o un sitio web, sus movimientos se registran en una base de datos, lo que le da a Facebook la capacidad de determinar qué aplicaciones utilizan más. Se proporcionan métricas de frecuencia y duración, junto con el sexo del usuario y del país al que acceden desde la aplicación.
Tras este supuesto espionaje, Facebook lanzó al mercado tres nuevas funcionalidades dentro de sus tres aplicaciones estrellas. ‘Moments’, dentro de la aplicación principal de la red social; ‘Stories’, dentro de Instagram; y ‘Estados’, dentro de WhatsApp.
LA SITUACIÓN EN BOLSA
Con Facebook compitiendo frente a frente con su propia idea y un modelo de negocio que no acaba de encontrar cómo introducir a las marcas dentro de la conversación y los millones de mensajes que los usuarios intercambiaban cada día, el 2 de marzo de este año Snap sale a bolsa.
La salida en Wall Street fue genial para la compañía. Un día antes de empezar a cotizar fijo su precio de salida en 17 dólares por acción, es decir, un dólar por acción más que el máximo del rango que la compañía había anunciado en febrero, entre 14 y 16. Con ese precio, la valoración de Snap ascendía a 24.000 millones de dólares. Tras el inicio de la cotización, el consejero delegado de la empresa, Evan Spiegel, el jefe de tecnología, Robert ‘Bobby‘ Murphy, se aseguraron el control del 88,5% de las acciones con derecho a voto en la compañía.
5 meses en Wall Street en los que Snap ha visto como su capitalización bursátil ha caído más de un 45%
Las primeras sesiones fue de récord. Cerró en 24,48 dólares por acción el día de su estreno y veinticuatro horas más tarde cerraría en 27,09 dólares por acción. Desde aquel 3 de marzo de 2017, los títulos han ido alternando fuertes caídas con leves subidas hasta los 13 dólares en los que cotizaba a esta semana. En total, 5 meses en Wall Street en los que Snap ha visto como su capitalización bursátil ha caído más de un 45% desde el cierre de su primera sesión alcanzando los poco más de 1.500 millones de dólares en los que se encuentra ahora. Aunque si a Snap le sirve de consuelo, su capitalización sigue por encima de la de Twitter, que actualmente está rozando los 12.000 millones de dólares y que en el mismo periodo ha visto cómo ha crecido un 4,44%, llegando incluso a superar los 15.000 millones el 20 de julio.
UN MODELO DIFÍCIL DE MANTENER
Tras las continuas caídas no se esconde otra cosa más que una crisis de resultados tanto financieros como de usuarios. En marzo, antes de su salida a bolsa, Snapchat tenía 158 millones de usuarios. Los últimos resultados, anunciados hace unos días, aseguran que al cierre del segundo trimestre cuentan con 173 millones, un 21% más que en el mismo momento del año pasado pero por debajo del consenso de FactSet que estimaba que los usuarios únicos diarios alcanzarán los 174,6 millones.
Aunque lo que más preocupan son los ingresos, poner en rentabilidad su negocio y, por tanto, ser sostenible e independiente desde un punto de vista financiero. Frente a las estimaciones que hablaban de 188,5 millones de dólares de ingresos, la compañía anunció este trimestre 181,7 millones. La misma decepción se repitió con el dato de pérdidas por acción. Los 0,36 dólares por título estaban seis centavos por encima de lo que esperaban los analistas. En total, las pérdidas netas totales ascienden hasta los 443 millones de dólares.