- Este tipo de empresas buscan la información para luego venderlas a otras especializadas en ciberseguridad
La ciberseguridad empieza a ser una obsesión tanto para personas, empresas y tecnológicas especializadas en dicha materia. De esta manera, se explica que una empresa haya colgado en su cuenta de Twitter una multimillonaria cifra para intentar acceder al sistema de varias herramientas de mensajería.
"Anuncio- Hemos publicado una lista de precios con los nuevos objetivos en nuestra página web". De esta manera se despechaba en Twitter la empresa Zerodium para buscar a una persona que intente acceder al sistema de seguridad de Whatsapp, Telegram o Signal. "En Zerodium pagamos grandes recompensas a investigadores de seguridad que nos vendan sus zero-day exploits originales y que todavía no se hayan publicado.", se puede leer en su web. Esta sociedad busca el contenido para luego venderlo a grandes "corporaciones de defensa, tecnología y finanzas", según reza en su portal.
Este tipo de empresas buscan la información para luego venderlas a otras especializadas en ciberseguridad
Por eso, han llegado a hacer una oferta de hasta 500.000 dólares a aquellas personas que den con la tecla de acceder a las entrañas y rompa las barreras de la seguridad. Tanto Whatsapp como Telegram son dos de las herramientas de mensajería instantánea más populares del mercado, pero Zerodium hace hincapié en Signal. Esta aplicación la recomendó Edward Snowden, ex agente de la CIA, debido a su alta confidencialidad y dificultad de ser hackeada.
UNA TÉCNICA COMÚN
A pesar de que las cifras pueden parecer elevadas, resultan minúsculas si se compara con las cantidades económicas y de información que se mueven hoy en día. Ofercer dinero a cambio de dicha información puede resultar beneficioso para todos. Por un lado, para esa persona que ha logrado romper las barreras de la seguridad se asegura un buen pellizco, mientras las empresas dedicadas a la ciberseguridad recogen la información de lo dañado para trabajar con ella y poder subsanar errores.
