- Al menos un centenar de españoles han denunciado y califican el negocio de “estafa piramidal”
Las ciberdivisas son una interesante alternativa al mercado Forex, que permite a los inversores buscar activos seguros. Sólo hay que fijarse en la popularidad del bitcoin -hoy día para hacerse con una de estas divisas virtuales se necesitan más de 240 dólares- y en la ingente cantidad de iniciativas similares que han surgido, fruto de las nuevas tecnologías. No obstante, a la sombra de este prometedor mercado también nacen timos, es el caso de la divisa digital unete de un emprendedor valenciano, que esconde un presunto fraude de 50 millones de euros.
Sin embargo, este capital no se puede hacer efectivo, está inmovilizado mediante un entramado solitario que abarca varios paraísos fiscales y cuentas bancarias congeladas. Se hace eco El País de esta historia, en la que estarían implicados unos 22.000 inversores -6.000 de ellos españoles- en una decena de países. Se trata de la iniciativa de José Manuel Ramírez Marco, que aterrizó en Internet en 2013, con la idea de lanzar esta moneda virtual con la que comprar y vender en la Red.
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Los capitales en unetes no se pueden hacer efectivo, están inmovilizado mediante un entramado solitario que abarca varios paraísos fiscales
De todos estos afectados, al menos un centenar de españoles han denunciado y califican el negocio de “estafa piramidal”, según cuenta la cabecera del grupo Prisa. “José Manuel nos dijo que crearía un banco de unetes. Le creímos”, reconoce el empresario Alain Tamellini, que depositó 14.000 euros en la cíberdivisa, según recoge el rotativo.
La divisa online se articulaba a través de la multiplataforma “unetenet”, en la que los usuarios adquirían moneda tras una compra con euros. En el foro “mediavida”, un usuario destaca que “para ‘trabajar’ para ellos, tienes que comprar una franquicia, que va desde los 360$ a los 18.000$”.
Cuenta El País que estos trámites se hacían efectivos tras una transferencia a a la sociedad Union Business Online LTD, en el paraíso fiscal de San Vicente y las Granadinas. Después, los fondos se distribuían a cuentas en países como Malta, Rumanía y Letonia.
EL COLAPSO
Explica el medio que tan sólo un año después de su lanzamiento, en abril de 2014, uno de los bancos donde José Manuel Ramírez tenía cuentas, la entidad letona Rietumu, congeló una de sus cuentas en el marco de una investigación por blanqueo de capitales. El unete perdió en ese momento su valor, con las inversiones de miles de personas perdidas en la Red y sin posibilidad de recuperarlas.
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