La influencia de la tecnología, y más concretamente de los smartphones, en el día a día es cada vez mayor. Las apps que facilitan la vida de los usuarios proliferan con rapidez, tanto que incluso ya las hay que prometen acabar con todo tipo de problemas, entre ellos las dificultades que pueden encontrarse a la hora de ligar. Si eres de los que pasa más de un aprieto para conocer a alguien 'especial', apúntate estas apps.
Tinder, Groopify, Lovoo, Wanty y Happn. Estos son solo algunas de las aplicaciones móviles que han surgido últimamente y que ponen la tecnología al servicio de las relaciones. Se trata de apps basadas en la geolocalización a través del sistema de posicionamiento global (GPS) y en la inmediatez que han sido creadas con el objetivo de resolver a más de uno sus problemas de 'ligoteo'.
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Sin embargo, y aunque España es uno de los países en los que más se liga a través de aplicaciones para móviles, no todos ven con buenos ojos este tipo de apps dirigidas tanto a homosexuales como a heterosexuales, y las críticas suelen centrarse en un punto: muchos de los usuarios sólo buscan sexo.
Todas ellas trabajan de la misma manera, con el método del descarte. El interesado ve imágenes de los usuarios que tienen más cerca (según su GPS) y en base a ellas y al perfil de cada uno decide si quiere o no contactar con ellos. Cuando ambos muestran su interés, virtual, por conocerse las aplicaciones permiten mantener una conversación y lo que pase después ya depende de cada uno.
Tinder se ha creado para conectar a personas que ni se han visto, mientras que Happn hace posible reencontrarse con alguien con quien nos hayamos cruzado antes. Por su parte, Wanty permite saber de antemano con quién nos encontraremos en un evento, y Groopify apuesta por 'quedadas' a tres bandas, tres chicas de un lado y tres chicos de otro.
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PERFIL COMO PRODUCTO
Tal y como recoge El Mundo, el filósofo José Antonio Marina considera que estas apps son consecuencia de que en nuestra sociedad es “muy difícil entrar en contacto con alguien”. “Vivimos en ciudades individualizadas, hay personas que pasan días sin hablar con nadie y las redes de comunicación actuales favorecen una soledad interconectada porque buena parte de las relaciones se dan a través de la pantalla”, remarca.
Por su parte, la especialista en comunicación digital interactiva Cristina de Miguel afirma que “algunos usuarios de este tipo de aplicaciones valoran la comodidad que les aporta para conocer gente sin salir de casa y sin gastarse el dinero en copas”, mientras que “otros mencionan que poder aplicar filtros para buscar la pareja ideal -edad, aficiones comunes- son útiles para encontrar personas que les puedan gustar”.
Y la antropóloga argentina Paula Sibilia incide en que “el propio perfil se convierte en un producto que competirá con otros millones de personas. Cada uno busca vender lo que considera que será más atractivo para el otro, a través de estrategias de marketing que todos aprendimos tras el contacto con campañas de publicidad y de acuerdo a la alfabetización mediática previa como espectadores”, concluye.