El metaverso es ese mundo digital en el que poder desarrollar nuestras vidas como si fuesen reales con una infinidad de posibilidades aún por explorar. En los últimos meses se está hablando de las opciones de inversión en este nuevo sector tecnológico. Su importancia llega a tal punto que Facebook cambió su nombre a Meta para dejar claras sus intenciones de cara al futuro. Desde Fidelity International se preguntan si en la actualidad merece la atención que se le está dando, si los usuarios que hoy en día consumen internet se trasladarán al universo virtual y, sobre todo, cuánto tiempo tardará hasta que pueda rendir plenamente en bolsa.
Y es que desde la entidad recuerdan que los intentos de las actuales empresas tecnológicas por crear su metaverso no es nuevo. En 2003 se creó la amplicación 'Second Life' que prometía una nueva forma de vivir virtualmente, usando avatares para comprar y socializar. Nunca llegó a superar el millón de usuarios regulares.
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Otros intentos, con algo más de éxito, son los videojuegos como Fortnite y Roblox, que han llegado a celebrar conciertos virtuales reuniendo a una mayor cantidad de público que en eventos presenciales.
Aún así, el metaverso todavía es un proyecto que no está totalmente construido. "Si bien podría caer en un exceso de expectación a corto plazo", dado que este mundo es 'persistente' al estar existiendo y desarrollándose incluso cuando nadie está interactuando con él, "pensamos que a largo plazo podría ser perfectamente el futuro del internet móvil", recoge el escrito de la entidad.
Ponen de ejemplo el cambio que supuso la relación de los usuarios con internet hace 10 años, cuando se pasó del navegador en los ordenadores a estar permanentemente conectados a través de los 'smartphones'. "Ahora, el metaverso hará que el internet móvil salte de los bolsillos de la gente para convertirse en una capa digital que puede enriquecer y mejorar el mundo que nos rodea", argumentan.
En Meta (antigua Facebook) esperan que el empujón a su metaverso venga de la fusión de los mundos digital y físico. "En lugar de consumir internet a través de cristales, al metaverso se accederá a través de visores de realidad virtual o realidad aumentada de alta tecnología que proyectarán imágenes realistas e interactivas sobre nuestro entorno físico", afirman.
Las dudas, en este sentido, vienen de la mano de cuántos usuarios de los que actualmente consumen los diferentes servicios de Meta se pueden trasladar al universo virtual que se está preparando. Los inversores también se preguntan cuál será el ritmo de esta adaptación.
LOS CONTRAS
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El potencial puede ser "impresionante", pero estos expertos advierten de que la tecnología necesita mejorar antes de que pueda ser adoptado de forma generalizada. Un ejemplo de ello son los visores de realidad aumentada, que serán capaces de teletransportar a los usuarios a cualquier parte del mundo para disfrutar de un concierto o un evento deportivo. En estos momentos necesitan mejoras en la potencia de cálculo, la duración de la batería, los proyectores y el diseño de los marcos para ser comercialmente "viables".
Otro de los problemas que se pueden encontrar los desarrolladores e impulsores, son los factores éticos, por la inclusión de todo el mundo. Meta se ha comprometido a que su metaverso sea un espacio abierto y diverso, pero se teme que pueda contribuir a la exclusión de aquellos que carecen de acceso a internet. Asimismo, se pueden encontrar factores comunes con el sector de los videojuegos, como la adicción, ya que su naturaleza inmersiva puede ser más atractiva que las aplicaciones móviles en 2D.
UN CRECIMIENTO QUE DURARÁ DÉCADAS
Pero una vez se solventen estos problemas, las tendencias de crecimiento pueden durar décadas y las primeras compañías en beneficiarse de esto serán los gigantes estadounidenses que lancen visores de realidad aumentada en los próximos dos o tres años. Meta es una de las compañías que ya ha lanzado el suyo propio, pero tiene versiones más ambiciosas en desarrollo.
"El empujón inicial a los ingresos probablemente sea escaso al principio, dado que se prevé que los visores cuesten alrededor de 3.000 dólares y estarán fuera del alcance de muchos. Sin embargo, la integración del hardware y el software debería con el tiempo generar múltiplos de valoración más elevados en algunas empresas", apuntan los expertos de Fidelity.
Por otro lado, los proveedores de componentes específicos como los procesadores, sensores y controladores de pantalla, pueden ser los primeros beneficiarios. En concreto, los fabricantes de los sensores 3D, puesto que a medida que vayan dependiendo menos de las cámaras, sus valoraciones irán en aumento. "Las empresas que producen procesadores gráficos 3D y los motores de inteligencia artificial (IA) necesarios para procesar los datos en tiempo real también podrían concitar más atención".
Los desarrolladores de software también tienen un amplio potencial, puesto que éstos junto a quienes desarrollan las plataformas y los anunciantes son los que mayores márgenes tienen.
"Las plataformas de videojuegos que ya se han expandido al metaverso deberían empezar a ver un impacto financiero mayor conforme vaya aumentando la capacidad de gasto de sus audiencias más jóvenes", sostienen.
CON UN OJO EN ASIA
A parte de Meta, Asia puede ser uno de los principales focos dentro del metaverso. Netease, Baidu y Tencent también están interesándose. Esta última es accionista de Epic Games, la desarrolladora y creadora de Fortnite, que tiene su propio metaverso con su motor de videojuegos 3D. "Parece estar en buena situación para crear diferentes formas para que los clientes trasladen actividades en 2D (como pedir comida, comprar entradas, contratar seguros o consultar a un médico) a un mundo en 3D", argumentan.
Además, un grupo de 400 empresas coreanas, entre las que está Samsung, ha creado la Korea Metaverse Alliance, mientras que otra compañía del país tiene su propio metaverso con 200 millones de usuarios y 700.000 creadores.
Por lo tanto, este nuevo sector tecnológico tiene mucho potencial aunque su crecimiento vendrá determinado por los costes, que descenderán una vez la tecnología evolucione, algo para lo que todavía se necesita tiempo. "A más largo plazo, podría tener un gran impacto en las empresas en toda la cadena de suministro de la tecnología mundial y, eventualmente, en el resto de la economía 2D. El metaverso no es el próximo Internet, es el futuro del actual", concluyen.
