Aún con todo 2018 por delante, la publicación del descubrimiento de Meltdown y Spectre seguro que formará parte de lo más relevante del año. Las vulnerabilidades que afectan a los procesadores de ordenadores, tablets o smartphones, y que ponen en riesgo la privacidad y seguridad de los datos de los usuarios, estallaron como una bomba el día 2 de enero.
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Intel y sus chips fueron los primeros señalados y el miedo hizo que muchos pusieran el foco en otros fabricantes como AMD, aunque pasados los días el caso cada vez está más localizado y se centra en el ‘Intelgate’. Google descubrió las vulnerabilidaes en junio y alertó entonces a la compañía, que se puso, en secreto, manos a la obra hasta que en enero la publicación ‘The Register’ lo sacó a la luz.
Meltdown, la primera vulnerabilidad que han tapado las grandes compañías con sus recientes actualizaciones
El caso captó tanto la atención del sector que el mundo tecnológico les puso nombre a ambas vulnerabilidades: Meltdown y Spectre. El primero es el que afecta exclusivamente a los componentes de Intel y a través de él se podría acceder desde un proceso con bajos privilegios a la zona reservada en el procesador para el 'kernel', el núcleo del procesador, permitiendo a un malware que lo use acceder a procesos e informaciones protegidas hasta ese momento, tal y como han explicado varios expertos informáticos que siguen el caso. Esta ha sido la primera vulnerabilidad que han tapado las grandes compañías con sus recientes actualizaciones. Aunque aún se debate si los parches afectarán o no a las prestaciones de los equipos, sobre todo los profesionales que se utilizan para el almacenamiento en la nube y los grandes data-centers.
Spectre es el más peligroso de los dos. Esta vulnerabilidad permitiría a un hacker ejecutar un proceso y engañar al kernel para que mueva datos a zonas de memoria que ese proceso controle. Este fallo es el que potencialmente podría afectar a los chips de otras compañías Google señaló que algunos de los componentes profesionales de AMD podrían ser vulnerables, aunque la compañía lo ha negado en repetidas ocasiones asegurando que no hay pruebas de ello.
AMD SE FROTA LAS MANOS
Como es habitual, la respuesta de los inversores no tardó en llegar. La primera sesión bursátil del año fue movida entre los fabricantes de chips. Intel fue el centro de todos los titulares y también el de todas las miradas en el Nasdaq. En lo que va de año, la compañía ha cedido cerca de un 10% del valor de sus títulos y los detalles de la investigación la continúan lastrando.
En el lado contrario está AMD, la californiana vive unos días dulces. Tras lograr evitar el golpe de Meltdown y Spectre, dejando a Intel y sus chips como los grandes afectados, conquistó a muchos inversores. Además, el mercado recibió con los brazos abiertos la presentación, durante la feria tecnológica del CES en Las Vegas, de la segunda generación de sus procesadores Ryzen. Los títulos de AMD suben en el año cerca de un 9%.
La tendencia no pone en riesgo el dominio bursátil de Intel sobre sus competidores
La tendencia no pone en riesgo el dominio bursátil de Intel. Los casi 200.000 millones de dólares de capitalización del gigante de los chips está, aún con las pérdidas, muy por encima de los 11.000 millones que capitaliza AMD. Con el status asegurado, Intel se enfrenta a una crisis de la que tendrá que salir solo y que seguro tendrá consecuencias.
Entre el resto de grandes fabricantes de chips, el efecto bursátil ha sido más moderado. Qualcomm, que registró un repunte los primeros días de la crisis, ha moderado su crecimiento y sigue en la media que venía marcando. Por su parte, Nvidia también ha sido una gran semana pero no todo se le puede achacar a la crisis de Intel, los diferentes anuncios que la compañía ha hecho durante el CES en Las Vegas esta semana han impulsado más de un 15% desde el cierre del año 2017.
HAY ‘INTELGATE’ PARA RATO
Spectre es ahora la gran preocupación del sector tecnológico tras haber controlado Meltdown
Los primeros parches de seguridad han solucionado Meltdown, dejando una pérdida de potencia admisible para los usuarios convencionales, y que poco a poco irá siendo menor con las futuras actualizaciones y próximos parches de seguridad. Spectre es ahora la gran preocupación. Intel se defiende explicando que la vulnerabilidad es difícil de explotar, poniendo de alguna manera su fe en la ‘torpeza’ de los hackers, y recomienda insistentemente a los usuarios que estén al día de sus actualizaciones para mantenerse protegidos. Google ha sido la primera en ponerse manos a la obra desde que avisó a Intel de la vulnerabilidad a mediados de 2017. El gigante de Internet no ha dado muchos detalles, pero según los medios especializados habría logrado protegerse contra todas las vulnerabilidades antes de final de año y estaría trabajando ya con las grandes empresas para luchar contra la peligrosa segunda variante de Spectre, que amenaza a muchos servicios online.
Aún solucionando a través de parches Meltdown y Spectre, el 'Intelgate' aún será un problema para Intel. Brian Krzanich, el CEO de la empresa, está en el punto de mira de los inversores tras la venta de un importante paquete de acciones de la compañía el 29 de noviembre de 2017, tal y como se refleja en el historial de operaciones del Nasdaq. El dirigente de Intel se quedó con 250.000 títulos, el mínimo requerido por contrato para seguir ocupando su cargo tras cinco años en el puesto. La venta de sus acciones y opciones está valorada en cerca de 24 millones de dólares.
El problema es que Krzanich realizó la venta después de conocer, por parte de Google en junio de 2017, la existencia de la vulnerabilidad y antes de que se hiciera pública la noticia, lo que supone un claro abuso, ya que habría utilizado la información confidencial de la compañía en su interés propio. La respuesta por parte de Intel no se hizo esperar y aseguran que la venta de los títulos estaba enmarcada dentro de un programa de desinversión planificado previamente y que no tiene relación con la vulnerabilidad de la que que previamente había alertado Google.
Los inversores más fuertes de Intel ya están consultado con abogados sobre una posible demanda por el movimiento de Krzanich, según varios medios estadounidenses que citan fuentes cercanas a los accionistas. Además, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) también podría preguntar a Intel sobre la operación, según predicen los expertos. Por el momento, ni la SEC ni Intel han explicado si hay alguna investigación sobre la venta de acciones de Krzanich. El trabajo de los investigadores ahora se centra en saber exactamente cuándo se le comunicó la vulnerabilidad y se fue consciente de la gravedad de la misma.