- La llegada de la fibra ha acabado casi con la televisión por satélite que a finales de 2016 contaba con menos de 900.000 abonados
- La televisión en abierto obtuvo 543 millones de euros frente a los 506 de la televisión de pago
- Netflix facturó, en todo el mundo, 2.337 millones de euros en el cuarto trimestre de 2016
‘La caja tonta’, ‘la pequeña pantalla’ o simplemente la tele, da igual como la llamen pero todos cuentan con ella en su casa. Las nuevas plataformas hacen mucho ruido y cada vez captan a más usuarios pero aún siguen a años luz de la televisión, tanto tradicional como de pago, que crece gracias a los packs que las teleoperadoras diseñan a sus clientes.
La llegada de la fibra ha acabado casi con la televisión por satélite que a finales de 2016 contaba con menos de 900.000 abonados
En los últimos once años, la televisión de pago ha pasado de poco más de tres millones de abonados a seis millones, en total un 194,66% de incremento. La llegada de la fibra ha acabado casi con la televisión por satélite que a finales de 2016 contaba con menos de 900.000 abonados, un 53% de los que tenía en 2005. La mayor concentración de abonados la tiene la denominada televisión IP (3,42 millones de abonados al cierre de 2016), aquella que las grandes operadoras venden junto sus paquetes de telefonía fija y móvil.
La última estadística del INE, correspondiente a finales del 2016, apunta que en España existen 18,4 millones de hogares. Cruzando ese dato con el del informe ‘El desarrollo del mercado de la televisión en 2016’ el dato de hogares en los que se ve la televisión sería levemente superior a los 18 millones. Los denominados ‘canales tradicionales’, es decir los gratuitos son los más seguidos por los españoles. Los datos del estudio indican que, durante 2016, en torno a 6,8 millones de hogares consumieron estos contenidos a través de la televisión digital terrestre (1,3 millones de hogares más que en 2012); 3,3 millones de hogares los consumieron a través de la televisión por Internet (tres millones más que en 2012); 1,2 millones de hogares lo hicieron mediante la televisión por satélite (200.000 más que en 2012); y 0,7 millones de hogares usaron la televisión por cable.
DIFERENCIAS ENTRE CONTENIDOS DE PAGO Y CANALES DE PAGO
Uno de los éxitos que ayudó a lanzar la televisión de pago fueron los contenidos como partidos de fútbol, series o películas en exclusiva. El denominado PPV (‘Pay per view’, ‘pago por visión’ en español) obligaba a los clientes a pagar por cada programa, evento o película de los que quería disfrutar. En 2005, la factura de las operadoras por este concepto ascendía a 5,67 millones de euros, según la CNMC. Once años más tarde, los ingresos por contenidos de pago se han reducido hasta los 2,02 millones de euros, es decir, un 64% menos.
Los tres grandes teleoperadores en España: Movistar (3,64 millones de abonados), Vodafone (1,27 millones de abonados) y Orange (493.272 abonados) han abandonado en su mayoría el formato del PPV. En su lugar, las teleco han optado por paquetes de canales y contenidos que atan a los clientes a un pago recurrente consuman o no esos contenidos. Por ejemplo, donde en 2005 un cliente podía elegir qué partidos ver y pagar por ellos, ahora tiene que pagar una cuota mensual fija los vea o no, pagando por ‘nada’ durante los meses que no hay competiciones. La opción de darse de baja de algunos canales ‘fuera de temporada’ es imposible a veces porque van ligados a otros contenidos o son obligatorios, dependiendo del operador.
La taquilla de cine, o los contenidos para adultos son los únicos que aguantan el golpe del Pago Por Visión en 2016 en España.
INGRESOS POR ABONOS VS INGRESOS POR PUBLICIDAD
Televisión de pago y en abierto están liderados por dos grandes compañías cada uno. La televisión tradicional tiene a Mediaset y Atresmedia como los líderes en audiencia, y aún más en ingresos publicitarios. La televisión de pago tiene a Movistar y Vodafone como los grandes líderes en ingresos.
La televisión en abierto obtuvo 543 millones de euros frente a los 506 de la televisión de pago
La pugna entre los dos formatos de televisión es más ajustada de lo que a priori puede parecer. Según los datos de la CNMC del cuarto trimestre de 2016, la televisión en abierto obtuvo 543 millones de euros frente a los 506 de la televisión de pago. La gran diferencia entre ambos modelos es dónde se generan esos ingresos. Empresas como Atresmedia y Mediaset tienen en la publicidad convencional, patrocinios, televenta, telepromoción, emplazamiento de producto,... su principal fuente de ingresos, frente a Movistar y Vodafone que confían el principal de su cuenta de ingresos a los pagos de los abonados. De los 516 millones de euros por ingresos de publicidad en televisión, 8 millones fueron para las televisiones de pago frente a las 508 que ingresaron las televisiones tradicionales.
LOS NUEVOS FORMATOS DE INTERNET
Netflix, la plataforma de contenidos de pago más grande y famoso a escala mundial, contaba a finales de junio de este año con 104 millones de clientes en todo el mundo. En España, hace algo más de un año y medio que la compañía abrió el servicio y, según los datos de la CNMC, la cifra de usuarios españoles rondaría los 540.000 hogares, el 3,4% de los que tienen conexión a Internet.
Las plataformas por Internet aún están lejos de poder rivalizar a la televisión convencional, aunque comienzan a hacer sombra a las plataformas de pago. Netflix, según los datos de CNMC, tendría más abonados en España que la televisión de pago de Orange, convirtiéndose en el tercer operador. Una parte importante del crecimiento del gigante de los contenidos online ha venido favorecido por la alianza entre Netflix y Vodafone, que ha ofrecido varias ofertas de acceso a la plataforma a sus clientes.
La parte más débil de las plataformas de Internet es la monetización. Netflix compensa esta debilidad con otras líneas de ingresos. Por un lado, cuenta con las cuotas de sus abonados y, por otro, la explotación de las producciones propias (‘House of Cards’, ‘Orange is the new black’, ‘Narcos’,...) sus principales fuentes de beneficios. La compañía facturó, en todo el mundo, 2.337 millones de euros en el cuarto trimestre de 2016, aunque no se conoce la parte que corresponde a España para poder compararlos con los 420,66 millones de Movistar, 49,08 millones de Vodafone o los 20,16 millones de Orange, en el mismo periodo.