MADRID, 8 (Portaltic/EP)

Facebook impulsó a principios de marzo medidas para limitar la difusión de publicidad que contuviera información engañosa sobre el coronavirus o el Covid-19, pero las medidas de distanciamientos social y el empleo de sistemas automatizados están phaciendo que sea más fácil sortear los filtros de la compañía.

La organización de consumidores de Estados Unidos Consumer Reports, independiente y sin ánimo de lucro, ha asegurado que la red social aprobó siete anuncios de pagos que contenían desinformación sobre el coronavirus en distintos grados de sutileza y gravedad.

Como explica en una publicación compartida en su página web, se trata del resultado de un experimento con el que pretendían descubrir la eficacia de los filtros que establece la compañía tecnológica para evitar que la publicidad viole sus políticas.

En relación al brote de coronavirus, Facebook compartió a principios de marzo que había actualizado sus políticas y que estaba colaborando con ministerios de sanidad nacionales y organizaciones como la OMS, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos y Unicef, para ofrecer información oficial sobre la pandemia y desmentir bulos. Estas medidas suponían también el bloqueo de los anuncios que tuvieran intención de aprovecharse de la situación.

La organización de consumidores, no obstante, ha explicado que, a partir de un perfil falso en la plataforma, subió siete anuncios de pago, con mensajes que la propia compañía había asegurado que no permitiría, como que tomar lejía evita el contagio o la desacreditación de las medidas tomadas por las autoridades para ralentizar el contagio.

Algunos de estos anuncios fueron más sutiles, como uno en el que dice que las personas menores de 30 años están seguras y que pueden seguir yendo a clase o al trabajo (sin mencionar explícitamente al coronavirus), hasta otro más grave que instaba a la gente a tomar pequeñas dosis de cloro a diario para mantenerse sana.

Según Kaveh Waddell, quien realizó el experimento, Facebook aprobó los siete anuncios, que, además, estuvieron una semana en cola para su publicación. En ese tiempo, solo uno fue señalado, debido a la imagen que lo acompañaba (una persona con mascarilla de estilo respirador). Al final, el periodista los retiró y contactó con la compañía para explicar la situación. Fue entonces cuando Facebook eliminó su cuenta falsa y confirmó que esos anuncios violaban sus políticas.

Cuando un usuario contrata publicidad en Facebook, el primer filtro para asegurar que cumple con las políticas de la compañía depende de los sistemas automatizados. Posteriormente, un equipo humano puede intervenir para determinar si el contenido de anuncios específicos puede publicarse o no.

Como explica Waddell, los moderadores de Facebook no están contratados directamente por la compañía, y las medidas de distancia social y confinamiento aplicadas en muchos países han supuesto bien el teletrabajo, con sus limitaciones, bien el despido de estos trabajadores. Actualmente, solo unas "pocas miles" de personas están realizando este trabajo desde sus casas, frente a las 15.000 que habitualmente realizan este trabajo, como señaló un portavoz a la organización de consumidores.

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