Las grandes tecnológicas son el nuevo bitcoin. El desempeño en el parque de las FAANG (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google) está viéndose acompañado de una intensa volatilidad en las últimas sesiones, que le acerca a la alcanzada por la popular criptodivisa.
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Según los datos publicados por 'Bloomberg', el diferencial entre el índice de volatilidad del NYSE FANG+ (que mide el rendimiento de este tipo de acciones en las últimas 10 sesiones bursátiles) y el de la afamada moneda virtual ha alcanzado sus máximos en los 46 puntos porcentuales.
Los últimos vaivenes de las tecnológicas las sitúan como sucesores naturales de la criptodivisa
Una tendencia que puede continuar dominando en un mercado, marcado cada vez más por un inversor más cohibido y las caídas de colosos tecnológicos como Amazon y Google, que se están hundiendo en las últimas jornadas tras decepcionar con sus resultados trimestrales.
"La volatilidad está llegando a los mercados 'tradicionales' y cuando las cosas estén en su sitio, van a ser aquellos que mejores resultados han venido obteniendo, es decir, las tecnológicas, aquellas acciones más volátiles", afirmó Timothy Tam, consejero delegado de CoinFi, una firma de investigación de criptomonedas.
Este índice NYSE incluye gigantes tecnológicos como Facebook, Apple, Netflix y la china Alibaba, además de Twitter y Tesla. Por su parte, el bitcoin parece haber encontrado cierta calma y estabilidad en su cotización tras su frenético 2017 marcado por los vaivenes. Y es que la volatilidad en las 10 últimas sesiones de esta criptodivisa está en mínimos de octubre de 2016, cuando llegó a cotizar por debajo de los 1.000 dólares.
Un mayor control y escrutinio regulatorio sumado a la modesta inversión procedente de las instituciones han 'eliminado' más de 600.000 millones de dólares de la capitalización de las criptodivisas desde su pico alcanzado el pasado mes de enero, según datos de CoinMarketCap. "La volatilidad del Bitcoin se ha reducido porque la euforia que hubo en el mercado el pasado año ha desaparecido y el volumen de las operaciones es más bajo", asevera Tam.