Desde su salida, la aplicación Uber se ha ganado la enemistad de taxistas de todo el mundo. Y no es para menos, un nuevo estudio ofrece datos explícitos: 65% de reducción en el uso del taxi tradicional.
El estudio ha sido realizado en la ciudad de San Francisco, tal y como recogen desde Xataka. Uber no cuenta con flota propia de coches, y convierte a los conductores convencionales en conductores privados que permiten completar esos trayectos con -dicen- ahorros de entre el 10% y el 20% sobre las tarifas impuestas en el sector del taxi.
Su precio, sus cortos periodos de espera y sus amables conductores parecían plantear una revolución singular al servicio de transporte privado, pero pronto se criticaron las lagunas legales y fiscales de este tipo de actividad.
Por este motivo, la aplicación ha sido prohibida en ciudades como Berlín y Hamburgo -y parece que toda Alemania, tras una decisión judicial reciente- y en España la situación no es especialmente halagüeña, sobre todo cuando se conocen noticias como la de las amenazas de multas de hasta 18.000 euros para los conductores privados que aprovechen el servicio para lucrarse.
REDUCCIÓN DEL 65% DEL SERVICIO DE TAXI TRADICIONAL
Dos años y medio después del comienzo de la actividad de Uber, las consecuencias sobre el número de viajes en taxi es notable, con un 65% de caída del mercado. Esto indica que la aplicación ha supuesto toda una revolución en la forma de desplazarse en coche por la ciudad.
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