MADRID, (Portaltic/EP)

Los Reyes Magos y Papá Noel ya han hecho su trabajo este año, pero puede que, por muy bien que se porte uno, no acierten con sus regalos y ahora tengamos que devolverlos.

Lo que desconocemos es el coste medioambiental que tienen las devoluciones de los paquetes, que dejan un rastro de contaminación que contribuye al cambio climático y empeora la calidad del aire.

Este problema crece cada vez más a medida que aumenta el comercio electrónico y las empresas cambian sus políticas de devoluciones para que resulten más fáciles a sus usuarios.

En España, en 2018 el comercio electrónico entre empresas y consumidores (B2C) alcanzó los 41.509 millones de euros, un 23,6 por ciento más que el año anterior, según un estudio del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Ontsi) de Red.es.

Asimismo, el gasto medio de los compradores por Internet alcanzó los 1.930 euros anuales, lo que supone un 40,6 por ciento más que en 2017.

En cuanto a las devoluciones, en Estados Unidos se espera que la compañía de mensajería y reparto de paquetes UPS tenga que devolver cerca de dos millones de paquetes el próximo 2 de enero, que la empresa estadounidense ha bautizado como "Día Nacional de Devoluciones".

Esta cifra supone más de un 25 por ciento de la cifra de paquetes que tuvo que devolver durante las mismas fechas en 2018, según el medio The Verge.

"Las personas deben ser conscientes de que existen consecuencias ambientales al hacer sus devoluciones. No se van al aire y desaparecen", afirma Sharon Cullinane, profesora de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, quien comenzó a investigar lo que sucedía con los productos que se devuelven.

Según la compañía de tecnología Optoro, aproximadamente el 50 por ciento de los productos que se devuelven en Estados Unidos, vuelven a venderse. Sin embargo, unos 2.200 millones de kilos de productos terminan en los vertederos estadounidenses.

Ya sea para volver a venderlos o para que acaben en vertederos, las compras no deseadas hacen que más camiones emitan dióxido de carbono y otros contaminantes.

Un estudio llevado a cabo por Optoro afirma que el transporte de las devoluciones en Estados Unidos genera más de 15 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono al año, es decir, más de lo que podrían emitir tres millones de automóviles en un año.

DEVOLUCIONES GRATUITAS

Las devoluciones de las compras han ido aumentando y son cada vez mayores tras las navidades, entre otras cosas debido al auge del comercio electrónico.

Según la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos, el 'eCommerce' tiene una tasa de devolución más alta que otros tipos de compra y en parte se debe a las ofertas de las compañías, que hacen que los usuarios compren cosas que no han visto en persona.

Amazon amplió su política de devoluciones gratuitas para la época navideña. Esta medida se aplica a todos los productos comprados en Amazon desde el 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre y los clientes podrán devolver los productos hasta el 31 de enero de forma gratuita.

"En Amazon, estamos innovando constantemente en la experiencia del cliente. No solo cuando compra un artículo, sino también cuando realiza una devolución", afirmó el director de la división mundial de devoluciones de Amazon, Libby Johnson McKee, según The Verge.

"Con devoluciones gratuitas de millones de artículos, los clientes no tienen que preocuparse si el teclado que pidieron no es el deseado o si a su perro le gusta su nueva cama. Puede comprar con confianza, sabiendo que podrán devolverlo de forma gratuita con tan solo unos pocos clics", añadió.

CÓMO REDUCIR EL COSTE AMBIENTAL DE LAS DEVOLUCIONES

Para que las empresas reduzcan el rastro de contaminación que dejan con las devoluciones de paquetes, pueden tomar medidas para que sus usuarios devuelvan menos productos.

Entre otras cosas, las compañías podrían asegurarse de que los productos que muestran en Internet son fieles a los que luego reciben los consumidores.

Las empresas también pueden ofrecer más detalles sobre el tamaño concreto del producto e incluso facilitar que los usuarios puedan realizar pruebas de forma virtual.

Además, las compañías de mensajería podrían comenzar a utilizar vehículos eléctricos para realizar las entregas de los productos y reducir la contaminación.

En este sentido, el CEO de Amazon, Jeff Bezos, anunció en septiembre que la compañía había realizado un pedido de 100.000 camionetas eléctricas, que utilizará para sus repartos a partir de 2021.

El vicepresidente de operaciones de Amazon, Dave Clark, publicó más tarde una fotografía a través de su cuenta en Twitter en la que se observa cómo serían estos vehículos.

Por su parte, IKEA tomó la misma decisión y espera realizar entrega de emisiones cero en Nueva York, Los Ángeles, Ámsterdam, París y Shangai el próximo año y en el resto del mundo en 2025.

"El cambio climático ya no es solo una amenaza, sino una realidad", recalcó el CEO de IKEA, Jesper Brodin, según recogió la revista Fast Company.

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