- El inversor en acciones habría recibido 1.800 dólares en dividendos desde 2012
- 1,350$
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Si Apple saca un nuevo producto, no lo compres: quédate con sus acciones. Con cada lanzamiento de la tecnológica, a los fans de la marca de la manzana no les queda otra que pensar en rascarse el bolsillo para tener lo último de la empresa. Una opción no apta para bajos presupuestos: el coste de cada nuevo modelo va en aumento y con los nuevos iPhone 8, 8S y X se vuelve a confirmar que la terminal creada por los de Cupertino es una de las más caras del mercado. Un lujo tecnológico. Los altos márgenes en que se mueve la empresa -que gana casi 2 de cada 3 euros por cada iPhone vendido- convierten su éxito de ventas en una mejor noticia para el accionista de Apple que para los clientes de la compañía.
Pongamos el caso de un consumidor que compró cada nuevo iPhone en el momento de su salida a la venta desde 2007 a 2017. Ha tenido que destinar 12.064 dólares en total para tener todos los modelos (iPhone 3, 3GS, 4, 4S…) en estos diez años. Si en lugar de comprarlos se hubiese decidido por ahorrar y comprar acciones de Apple, con ese mismo dinero acumularía hoy 200 títulos de la tecnológica, valorados en 32.069 euros. Además, como la compañía comenzó a pagar dividendos en 2012, este inversor habrá cobrado hasta el 2017 unos 1.880 dólares por sus acciones. En total, la rentabilidad bruta obtenida se sitúa en el 181% y esos 12.000 dólares iniciales se habrán convertido en 33.951 dólares.
Apple ha multiplicado su valor en bolsa por más de doce veces desde que sacó al mercado su primer iPhone. Ahora, tras la última hornada de terminales que va a salir al mercado, la compañía atesora un valor en bolsa de 800.000 millones de dólares, que le han convertido en el grupo más valioso de Wall Street y del mundo. El iPhone supone un éxito sin parangón en la última década: más de 1.200 millones de unidades vendidas, 796.000 millones de dólares en ingresos y la creación de un imperio alrededor de este producto que ha llevado a Apple a lo más alto.
UN TELÉFONO A PRECIO DE ORO
Un iPhone vale su precio en oro. Literalmente. Si una onza troy (28 gramos), la medida de referencia del metal dorado, cotiza en torno a 1.300 dólares, el nuevo buque insignia de la factoría Apple saldrá a la venta por un importe similar en la mayoría de países fuera de EEUU. El nuevo dispositivo de Apple es el más caro lanzado nunca por la compañía de Cupertino.
El diferencial de precios entre EEUU y el resto de mercados en los que se lanza se explica, según la compañía, por los impuestos y la fluctuación del euro frente al dólar son los motivos que alega la compañía para que exista esta diferencia en el precio. Por ejemplo, el terminal de 999 dólares para EEUU anunciado en la presentación de Apple cuesta 1.300 en España, como informó Bolsamanía.
Las diferencias de precios entre uno y otro países pueden llegar a ser muy importantes. Por ejemplo, comprar un iPhone en Suecia cuesta hasta un 44% más que en EEUU, según los precios publicados en cada una de la Apple Store. Para un portugués, por ejemplo, le saldrá a cuenta comprar el teléfono en España, mientras que un mexicano se puede ahorrar hasta un 30% si cruza la frontera y se ha con un iPhone en dólares que si lo hace en pesos mexicanos.
EL ESFUERZO A REALIZAR, POR PAÍSES
El smartphone de Apple siempre ha sido un dispositivo líder en la gama alta de la telefonía, tanto en innovación técnica como en precio. La opción de financiar su compra, ofrecida por las teleoperadoras, ha sido la única forma para un grupo importante de usuarios del iPhone de lograr llevar el ‘teléfono de la manzana’ en su bolsillo.
Entre el selecto grupo de países en los que Apple ya tiene en preventa el nuevo iPhone X, México es el territorio el que hay que realizar un mayor esfuerzo económico para comprarlo. Los mexicanos tendrán que destinar un 1.158% del salario mínimo a pagar los 1.325 dólares que cuesta el dispositivo en el país.
China, con un 630%, y Portugal (181%) completan el podium de este ranking, pero no son los únicos países en los que el valor del teléfono supera al salario mínimo. Hong Kong y España también se suman a esta lista de los que tendrían que trabajar más de un mes con el salario mínimo para pagar el último dispositivo de Apple.
En la zona baja de la tabla, aunque sorprendentemente por encima del 70%, países como Reino Unido, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Canadá y EEUU. Sólo los australianos tendrían que destinar casi la mitad del sueldo mínimo para otros gastos si se compraran el iPhone X. La importante cuantía del salario mínimo australiano hace que para hacerse con el último smartphone de la manzana únicamente tengan que dedicar el 54% del salario mínimo del país.
