La mayoría de los españoles desconfía del uso de los datos personales que hacen las empresas, sobre todo de las tecnológicas. Sin embargo, nadie lo diría al saber que más de ocho de cada diez estaría dispuesto a ceder en su privacidad si a cambio puede acceder a determinados servicios de una manera más barata.
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Las fintech son "el aliado natural de la banca" contra las grandes tecnológicasAdemás, la mayoría también daría a conocer sus datos personales y de uso si pudieran conseguir servicios más personalizados (57%), más rápidos y cómodos (52%), o una atención al cliente de calidad, opción que solo destacan un 35,3% de los encuestados por Asufin para la realización de su primer estudio sobre conocimiento, hábito y uso de fintech en España.
No obstante, los que responden positivamente si se les pregunta si cederían más datos personales a las empresas tecnológicas son poco más de un 15%. Y es que son precisamente estas empresas las que más recelo despiertan en la confianza de los españoles en este sentido. Aunque más de un 38% de los que no confían las usa o las considera necesarias. "Es esta dependencia es la que confiere un mayor poder a las grandes empresas tecnológicas", afirma el informe.
Un pensamiento que choca con la percepción que se tiene de los bancos y aseguradoras. El porcentaje de confianza se amplía al 55% el caso de las entidades y el 47% para las firmas de seguros. Lo que sí existe en el caso de las aseguradoras es un menor conocimiento sobre qué uso dan a los datos de sus clientes o usuarios.
TECNOLOGÍA EN SERVICIOS FINANCIEROS
También hay disparidades respecto al uso de la tecnología a la hora de gestionar los servicios financieros. Mientras que casi el 96% utiliza Internet para consultar movimientos bancarios y más del 88% realiza pagos y transferencias, apenas algo más del 20% lo hace para contratar productos y servicios o gestionar ahorro e inversiones. Este uso "conservador" se traslada a los medios en los que opera. El banco es la opción mayoritaria, puesto que un 98% de los encuestados opera a través de su entidad financiera, muy por delante de las aseguradoras con un 30,5%.
Aquí entran en juego las fintech, cuyo conocimiento es significativo, alcanzando a más del 30% de la población. Sin embargo, esto no se traduce en uso por parte de los consumidores, ya que solo la mitad de los que conocen qué es una fintech declara que las utiliza.
Por tramos de edad, el grado de conocimiento es bastante similar entre los 18 y 55 años, pero cae de forma importante a partir de los 56 años. Sí que hay más diferencias en el uso de servicios fintech. El tramo de edad que más lo utiliza es el de entre 26 a 35 años, seguido del de 36 a 45 años y del de 18 a 25 años. Desciende especialmente entre los que tienen entre 56 y 65 años.
Lo tradicional también manda en este aspecto. El 15% de la población usa servicios de pago, porcentaje que llega prácticamente a la totalidad en el caso de los que declaran que utiliza empresas fintech, descendiendo de forma muy importante en el resto de servicios como agregadores para gestionar finanzas (7%), comparadores de productos financieros (5%), Neobancos y criptomonedas (4%) o servicios de inversión (4%).