¿Qué pasa si las llaves te rallan la pantalla de su móvil? Cualquier se enfadaría si se diera esta situación, pero hay quien sabe hacer de la necesidad virtud. Es el caso del catalán Gabriel Bestard Ribas, que dejó su trabajo en Barcelona para irse a Silicon Valley a fabricar la primera cerradura en el teléfono móvil.
“En España todos me decían que era una idea fantástica. Pero cuando preguntaba si lo comprarían, me decían que no”. Tal y como cuenta El País, este emprendedor decidió irse a San Francisco porque en España “me aseguraban que no tenía sentido y que, como mucho, las puertas se abrirían con la voz pero nunca con el teléfono (…) Cada país tiene un tipo de cerradura distinto y una legislación diferente. Necesitaba un mercado grande para ponerlo a prueba”. Por eso eligió Estados Unidos.
Lo dijo Miguel de Unamuno en una discusión con José Ortega y Gasset y ahora le desafían españoles como Bestard: ¡Qué inventen ellos!