MADRID, 17 (EUROPA PRESS)

Víctimas de abusos en la Iglesia española han aplaudido la eliminación del secreto pontificio en los casos de abusos, "una reivindicación histórica de los colectivos de víctimas" pero han pedido "no bajar la guardia" ante "fuertes resistencias" por parte de "la mayoría de obispos españoles".

"Después de seis años de pontificado, el Papa Francisco por fin nos da una buena noticia. La abolición del secreto pontificio es una reivindicación histórica de los colectivos de víctimas", ha subrayado, en un vídeo remitido a Europa Press, el portavoz de la asociación Infancia Robada, Miguel Hurtado, primera víctima que denunció abusos sexuales cometidos por el monje de Montserrat Andreu Soler.

Sin embargo, ha añadido que "no se puede bajar la guardia" porque, a su juicio, "hay fuertes resistencias dentro de los episcopados locales, incluyendo la mayoría de los obispos españoles que quieren seguir obstruyendo las investigaciones de casos de pederastia".

Por ello, considera que "si hay un obispo que sigue encubriendo estos casos, tiene que existir un régimen sancionador y tiene que perder su puesto de trabajo".

"Nunca más los casos de pederastia se tienen que tratar de forma secreta, los obispos tienen que colaborar con la Justicia, denunciar a los curas pederastas a las autoridades y entregar los documentos internos cuando se lo pidan", ha subrayado Hurtado.

En todo caso, aunque celebran la medida adoptada por el Papa, critican que "no ha tenido la valentía de establecer la denuncia automática de todas las acusaciones de pederastia clerical a las autoridades civiles". "Sigue manteniendo la política de que solo si la ley les obliga a ello van a denunciar a los religiosos pederastas a la justicia. Esto es inaceptable", ha zanjado.

CONTENIDA ALEGRÍA

En un comunicado, la asociación Infancia Robada expresa su "contenida alegría" por la instrucción del Papa porque aprecian los "pasos importantes" que se están dando en la más alta instancia vaticana en la lucha contra los abusos, pero añaden que "está siendo un largo camino en el que las víctimas de la iglesia católica han sido desatendidas, cuestionadas y doblemente victimizadas, mediando una ignorancia deliberada y una amnesia colectiva".

"Cuando tras mucho tiempo de soledad empezamos a ver movimientos de empatía con supervivientes de gravísimos delitos, de ataques a los derechos de la infancia y de una evidente cuestión de salud publica, no podemos dejar de mostrar nuestra satisfacción por contemplar como a instancias siempre de nuestra labor de reivindicación, comienzan a darse pasos de cambio y reforma", señalan en el comunicado.

Si bien, advierten de que "en Conferencias Episcopales como la española siguen ausentes la empatía hacia sus víctimas y la condena y denuncia y transparente investigación de estos delitos". Por ello, precisan que la alegría es "contenida".

En todo caso, aseguran que no van a cesar en su empeño de "exigir que la Conferencia Episcopal de España cumpla con las instrucciones de Francisco y lo haga de modo urgente" y les piden que creen "mecanismos de investigación de todos los casos del pasado y del presente".

"No bastan las palabras y los perdones. Olvidan que la única lacra no es que existan pederastas en sus filas, sino que cuando ello se ha denunciado, lo hayan encubierto mediante un silencio en muchos casos cómplice", añaden.

También reclaman que los denunciantes, del pasado y el presente, sean incluidos en esta nueva instrucción papal y puedan tener acceso a las investigaciones de sus casos.

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