MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El proyecto LIFE Paludicola tiene como objetivo frenar el descenso de las poblaciones de carricerín cejudo, el ave paseriforme más amenazado de Europa y una de las medidas para que su hábitat sea idóneo es con el pastoreo controlado de ovejas, según ha informado Fundación Global Nature.
Para recuperar al carricerín cejudo, según la Fundación Global Nature, es fundamental trabajar en la restauración del hábitat de paso en sus rutas migratorias, principalmente humedales, ya que es una especie que necesita un hábitat muy específico para sobrevivir.
Para el grupo ecologista gestionar la vegetación mediante herbívoros es una acción que permite recuperar la gestión tradicional de este tipo de espacio y fomenta la biodiversidad. De hecho, es también beneficioso para la conservación de otras especies de aves palustres amenazadas, como el bigotudo, la buscarla unicolor o el carricerín real.
Las acciones de conservación del hábitat del carricerín cejudo se centrar en tres bloques, gestión de la vegetación, en las que se incluye este pastoreo completado con la siega mecánica, gestión del agua y la gestión del suelo.
Uno de los humedales en los que se trabaja es la Marjal dels Moros en Valencia, incluida en el proyecto LIFE Paludicola por el que pasan estos carricerines cejudos en su viaje migratorio primaveral desde el sur del Sáhara hasta Centroeuropa. La Fundación Global Nature considera fundamental el control del carrizo para que el carricerín cejudo encuentre lugares en los que descansar, alimentarse y continuar su viaje de 6.000 kilómetros, esencial para su supervivencia y reproducción.
El año pasado se segó en este humedal una superficie de 6,45 hectáreas. Este verano durante 19 días, entre agosto y septiembre, un rebaño de 900 ovejas de los Hermanos Peñaroja, han pastado una superficie superior a 1,5 hectáreas en esta zona de actuación.