MADRID, 25 (CHANCE)
La victoria de Rafa Nadal y del equipo español en la Copa Davis ha sido más que celebrada por todos los españoles. Una vez más el deporte nacional ha unido los sentimientos encontrados que se respiran en otros ámbitos de la vida. Felices y contentos -entre ellos el Rey Felipe que estuvo en la final y entregó la ensaladera y Gerard Piqué como organizador del nuevo formato de la Davis- Sergi Bruguera como capitán del equipo español, Feliciano López, Pablo Carreño, Marcel Granollers, Rafael Nadal celebraron este éxito que ha sido de lo más emotivo ya que arroparon a su querido Roberto Bautista. Si Rafa logró una gran hazaña la otra fue la de Bautista, que fallecía su padre y dejaba la concentración para despedirle y volvía junto a sus compañeros... Por eso esta Copa Davis patrocinada por Lexus ha sido tan especial para todos.
Él tenía muy claro que tenía que estar al lado de sus compañeros: "Yo ayer cogí el coche desde Castellón aquí y lo último que tenía en la cabeza era jugar".
Pero no todo ha sido tan fácil: "Ha sido muy difícil. Hablé con Sergi y me fui a casa el jueves. Volví para apoyar al equipo para estar en la final y después tuve la oportunidad de jugar el domingo porque todo el equipo hizo un gran trabajo desde el primer día. Fue un sentimiento increíble en la pista"
Además, Bautista se lo debía a su padre por lo menos: "Mi padre me hubiese dado un tirón de orejas si me hubiese quedado en casa", decía el jugador valenciano en rueda de prensa.
Bautista solo tenía palabras de agradecimiento para Brugera y sus compañeros: "Tengo que dar las gracias al capitán y al equipo por haber confiado en mí".
El otro gran protagonista fue Nadal, algo que todos han valorado... El viernes se ventilaba un partido contra el argentino Diego Schwartzman en una hora. No pudo estar más contundente. A saber que pasaba por su cabeza... si la derrota de su querido Pablo Carreño tras un partido muy disputado, Si las 2:40 minutos que duró aproximadamente, a sabiendas de que tenían que disputar un partido de dobles y no fuera a ser que se alargara mucho por lo que no había de que perder ni tiempo, ni fuerzas, conocedor de que tenían que jugar un largo sábado y domingo, o si estaba pensando en su compañero Roberto Bautista que veía como perdía a su padre Ximo Bautista en mitad del torneo.
Sin duda, no ha sido un torneo fácil y cuando veía que hacían a España ganadora venciendo al equipo canadiense de la sexta Copa Davis, Nadal no podía nada más que ir a celebrar el éxito con su familia. Allí estaban su padre Sebastian Nadal y sus tres mujeres, su madre Ana María Parera, su hermana María Isabel y como no, su mujer Xisca Perelló o Mery Perelló, al gusto del consumidor, aunque parece ser que ella prefiere Mery según publicaba ¡Hola! hace unos meses.
Perelló animó como una incondicional fan y estuvo todo el tiempo jaleando y animando como la que más junto a su cuñada María Isabel.
Junto a las tres se abrazó y se besó pero se nos quedó escaso la celebración de Perelló y Nadal, nos hubiera gustado más que lo hubieran celebrado como en su día demostraron su amor Shakira y Piqué o como Sara Carbonero e Iker Casillas, cuando ganaron aquel mundial de 2010 en África, e Iker besó apasionadamente a Sara, inmortalizando y dando la vuelta al mundo aquel beso de película.