MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Proyecto Esperanza, a cargo de la Congregación de religiosas adoratrices, ha reiterado su petición de una Ley Integral para la Prevención, Asistencia y Protección a las víctimas de la Trata de Seres Humanos, "una forma particularmente grave e invisibilizada de violencia de género", con motivo del día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La coordinadora de sensibilización de Proyecto Esperanza, Marta González, compareció el 8 de mayo de 2017 ante la subcomisión en el Congreso de los Diputados, creada en el seno de la comisión de igualdad para un Pacto de Estado en materia de Violencia de Género, para visibilizar la trata y pedir una ley integral.
Según recuerdan, el 71% de las víctimas de trata en el mundo son mujeres (51%) y niñas (20%), unas cifras que consideran "consecuencia directa de la situación de mayor vulnerabilidad en la que se encuentran, como consecuencia de la desigualdad, la discriminación y la violencia a la que están expuestas, por el hecho de ser mujeres y niñas".
De acuerdo con la definición de violencia contra la mujer del Convenio de Estambul, la trata de mujeres y niñas supone una forma de violencia contra la mujer ya que implica "actos de violencia basados en el género que conllevan para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada".
Además, Proyecto Esperanza añade que determinadas formas de trata suponen "violencia contra la mujer por razones de género, ya que son formas de violencia contra una mujer por el hecho de serlo o porque les afectan desproporcionadamente".
En concreto, señalan: "La trata para explotación sexual, incluida la pornografía; la trata para explotación laboral en sectores fuertemente feminizados, como el servicio doméstico o el trabajo en salones de belleza, o en determinados sectores de la agricultura; la trata para matrimonio forzado; y la trata para la gestación de bebés para su posterior venta o para adopciones ilegales".
"Existe además una superposición de violencias contra la mujer que en algunos casos puede suponer que una misma mujer víctima del delito para varias formas de explotación simultáneas o consecutivas", advierten.
Durante los próximos dos años, Proyecto Esperanza desarrollará junto con el proyecto de la Fundación Seres Sicar CAT una línea de trabajo prioritaria que permita realizar un diagnóstico y análisis de la situación, así como elaborar recomendaciones, materiales formativos y actividades de formación con agentes clave en el sector para mejor la detección, identificación y atención integral a estas formas de trata "que permanecen aún ocultas e invisibilizadas".
El año pasado Proyecto Esperanza atendió a 194 personas y se encontraron "muchos" casos en los que la mujer había sufrido ya en origen y en tránsito a Europa situaciones graves de violencia de género como la mutilación genital, matrimonios forzosos, violencia sexual para terminar posteriormente en España sometida a trata con fines de explotación.