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Entrada al Campus de Ciencias de la Salud San Juan de Dios donde se encuentra un Centro de Atención Integral a la Salud Mental y a las Personas con DiscapacidadRicardo Rubio - Europa Press

MADRID, 17 (EUROPA PRESS)

La Asociación de Iniciativas Sociales (AISS), que lleva operando en Madrid desde hace 20 años, ha establecido unos protocolos para aquellas personas con enfermedades mentales en confinamiento, como neutralizar su miedo con la información y trasladarles sensación de seguridad.

Según ha informado la Asociación en un comunicado, se adelantó a los acontecimientos en cuanto a protocolos de profilaxis y atención clínica de sus pacientes para mantener las condiciones óptimas de convivencia, que ahora "están dando resultados".

Uno, es la información constante de los cambios que se van produciendo, tanto a familiares como a pacientes porque "no hay nada que desasosiegue más que la incertidumbre". El segundo factor tiene que ver con la reorganización de los recursos asistenciales y humanos de todos los profesionales, cuyo eje está en "preservar la salud de pacientes y personal sociosanitario".

"La figura de su cuidador de confianza es la clave, y por ello vive el confinamiento con ellos. El resto actúa por teléfono y videollamada para evitar riesgos de contagio", han explicado.

En último termino proponen "mantener el rigor en todas las rutinas" porque "es fundamental que estas personas sientan que la situación está controlada". "La sensación de seguridad es clave para su bienestar físico y mental", han expuesto.

Jorge Hernández, hermano de una de la pacientes, ha comentado que para ellos su principal preocupación era que su hermana "pudiera desestabilizarse" ya que si esta situación les afecta a ellos, temían que para ella fuera "más duro".

Pero, para su "sorpresa", es ella la que les tranquiliza a ellos porque les comenta que está "plenamente integrada en los nuevos roles porque le brindan toda la información que se va generando, porque sus cuidadores están en permanente vigilancia y porque el cambio de rutinas supone una novedad que le hace sentir segura".

"Ella está aceptando la situación mucho mejor que nosotros. Podemos comprobarlo todos los días, porque lo que no hemos perdido en ningún momento, ha sido el vínculo con ella, gracias al teléfono", ha indicado.

Alejandro Escarpa es hermano de otra de las pacientes, y ha relatado que al comienzo percibieron que el potencial miedo que podía sentir su hermana "estaba latente, dadas sus circunstancias y que tenía verdadera necesidad de sentirse segura". "Una persona que padece alguna enfermedad mental siempre tiene mucho más desarrollada la sensación de inseguridad que cualquier otra persona", ha sostenido.

Sin embargo, se han dado cuenta de que su hermana ha ido "minimizando" sus temores, acepta la situación y la sobrelleva "bien" porque siente "la seguridad de que nada se le oculta, ni de ella, ni del resto de sus compañeros".

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