El Ministerio del Interior ha comprado una cinta de correr para la vivienda que ahora está habitada por Fernando Grande-Marlaska. La adquisición del aparato, que se ha licitado a través de la plataforma de contratación pública del Estado, supone un gasto de 2.770 euros para las arcas públicas, tal y como ha adelantado El Independiente. Había una máquina de esas características cuando Marlaska entró a vivir allí en 2018 y han procedido a reemplazarla cuando se ha estropeado, han explicado desde el departamento de Interior.
El portal público de contratación recoge un contrato menor ya resuelto para la "adquisición de una cinta de correr para su uso en la vivienda del Ministro, situada en el edificio de Paseo de la Castellana, 5 de Madrid". A ese piso se trasladan a vivir los titulares de Interior por motivos de seguridad. El apartamento se encuentra situado encima de las dependencias del Ministerio del Interior.
El departamento de Grande-Marlaska recibió tres ofertas y adjudicó el encargo a Entornos Tecnológicos y de Comunicación SL, una empresa de Madrid dedicada al comercio de maquinaria y equipos de oficina. Sin embargo, lo que ha llamado la atención es el precio, al haber cintas más baratas en el mercado.
No es la primera vez que surgen polémicas en torno a la compra por parte de la Administración de objetos suntuosos para el uso de ministros. En 1988 se conoció que el Ministerio de Defensa había comprado un piano para la residencia oficial del entonces titular de la cartera, Narcís Serra. La compra motivó la comparecencia en el Congreso del ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, que tuvo que garantizar que el instrumento era parte del patrimonio del ministerio y se quedaría en la sede oficial una vez que Serra abandonara el cargo.
Compromís se ha hecho eco de la compra de la cinta de correr para Marlaska y ha registrado una petición de información en el Senado para que responda el Ministerio del Interior. "¿De qué color es esta cinta de correr? ¿La cinta es de uso exclusivo del señor Ministro o nos dejará a los contribuyentes usarla por turnos? ¿Por qué pagamos los contribuyentes esta cinta de correr?", son los interrogantes que ha planteado la formación valenciana.
