MADRID, 2 (CHANCE)

Después de acaparar toda la atención mediática por su polémica y sonada ruptura con Edmundo Arrocet, María Teresa Campos se sentaba anoche en el plató de Sábado Deluxe para aclarar todos los hechos y pedir tranquilidad con el corazón aún roto.

Muy emocionada, la veterana presentadora volvía a pisar el plató de televisión en el que trabajó tanto tiempo y las lágrimas no tardaron en brotar al hablar de su situación. "La vida te cambia, he querido hablar hoy aquí y contigo, porque quiero pedir tranquilidad, me hacen muchas preguntas y ya me está haciendo daño a la salud", confesaba María Teresa, que aseguraba que: "Pido volver a la normalidad de mi vida. Yo ya no tengo relación con esta persona", exigiendo respeto por los medios de comunicación y asegurando que está presión le está pasando factura.

Eso sí, la matriarca de las Campos quiso aclarar su situación y se abrió en canal con Jorge Javier Vázquez. "Tenía miedo de que me diera una depresión, pero ya no me va a dar", declaraba con la voz temblorosa. Pero la emoción llegó a su punto más álgido cuando María Teresa recordó la despedida de Edmundo. Tras un discusión de pareja sin importancia, el que era su pareja hasta entonces solo le dijo: "Teresita, me voy...", enviándole un mensaje días después con el que zanjaba de manera definitiva su relación. Rota de dolor la presentadora desveló como fue hasta la estación de AVE para buscarle y que le diera una explicación.

Como respuesta la propia María Teresa confiesa que le puso un "mensaje tremendo", pero que estaba desesperada y pasó "varios días llorando sin comprender nada", asegurando que ha estado muy mal.

"Solo quiero recuperar mi vida, ahora hay diferentes cosas que me ilusionan", desvelaba una María Teresa que demuestra que no ha perdido la esperanza y que sentenciaba: "Seguramente la peor cosa que me ha pasado en los últimos tiempos ha sido haber estado sin trabajar, verme que no tenía un motivo para levantarme, eso me ha afectado bastante".

Sin duda, un testimonio desgarrador de la que fue reina de las mañanas en su momento más vulnerable y duro.

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