Países como España y Francia ven insuficiente la autorregulación mientras que Italia y nórdicos cuestionan la necesidad de legislar
BRUSELAS, 23 (EUROPA PRESS)
Los Gobiernos europeos se han mostrado este jueves divididos sobre la necesidad o no de regular las redes sociales para atajar la desinformación, una opción que la Comisión Europea valorará a finales de año si concluye tras una evaluación que Facebook, Google y Twitter no han hecho lo suficiente de forma voluntaria.
"Francia es favorable a que la reflexión se profundice para determinar una regulación europea adaptada" para las plataformas digitales, ha defendido el Gobierno galo a través de su embajador adjunto ante la UE, Fabrice Dubreuil, durante el debate público de los Veintiocho sobre cómo combatir la desinformación en el marco del Consejo de Educación, Juventud, Cultura y Deporte.
El Gobierno galo ya aprobó en 2018 una ley nacional "que va más allá de la autorregulación" para combatir la desinformación en periodo electoral y más allá pero ha recordado que "la desinformación no conoce fronteras y por tanto hay que actuar a nivel de la UE".
También el Gobierno español ha considerado que la autorregulación de las plataformas digitales para combatir la desinformación "resulta insuficiente" y ha defendido la posibilidad de plantear la elaboración de una normativa europea "si fuera necesario".
"La autorregulación de las plataformas digitales nos parece que resulta insuficiente y no siempre establece las necesarias garantías para la defensa de los derechos de los ciudadanos", ha defendido el embajador permanente adjunto ante la UE español, Juan Arístegui.
Así, el representante español ha abogado por que las plataformas deben ser "supervisadas por los poderes públicos" y "que éstos establezcan obligaciones para las plataformas". "Y si fuera necesario plantearse la elaboración de normativa en la materia", ha recalcado.
"Hay que regular las plataformas", ha defendido el subsecretario de Estado de Cultura y Medios Audiovisuales polaco, Pawel Levandowski, quien ha pedido una normativa europea.
Austria también ha defendido la necesidad de "reabrir" la normativa europea. "Las plataformas online deben tratarse más como medios, no como actores neutrales como frecuentemente se presentan", ha esgrimido el ministro de Cultura y Medios austriaco, Gernot Blümel. "Necesitamos la divulgación transparente de los algoritmos que pueden tener gran relevante", ha remachado.
ALEMANIA NO CIERRA LA PUERTA A NORMATIVA
Tampoco Alemania ha descartado "valorar" la posibilidad de regular tras recordar que "los operadores de red tiene que asumir su responsabilidad y tienen que entender que también tiene responsabilidad sobre lo que divulgan en sus redes". "Habría que valorar la posibilidad legislativa", ha explicado la ministra de Cultura adjunta de Alemania, Monika Grütters.
El Gobierno británico ha recordado que "las plataformas se van a prohibir si no actúan de manera proporcional para limitar que se divulgue información errónea" en virtud del "nuevo marco normativo" en Reino Unido y ha apelado a la cooperación internacional para atajar la desinformación, fenómeno que "no lo puede abordar un Gobierno solo". "Reino Unido quiere seguir trabajando con los socios de la Unión Europea para luchar contra esta amenaza para todos", ha dicho.
El Gobierno irlandés ha avanzado su intención de "regular para la transparencia de la publicidad política en el futuro" pero ha pedido "no actuar por impulso" en la UE, insistiendo en que se necesita "un tiempo" para evaluar "los próximos pasos".
Italia, Finlandia y Dinamarca se han posicionado en contra de regular, mientras que República Checa ha rechazado "revisar" el marco normativo actual y Portugal ha defendido "los pasos tangibles" que han dado las redes sociales hasta ahora y ha pedido no adoptar "ninguna legislación o medida normativa que pueda tener un impacto para la libertad de expresión".
Así, Italia ha alegado que "la solución legislativa no es quizá la mejor cura" y que su país ya cuenta con legislación nacional que permite "sancionar a quien calumnie", mientras que Dinamarca también ha considerado que revisar la normativa no es "la forma más adecuada de proceder" y ha abogado por "un enfoque más blando" centrado en promover la calidad del periodismo y la alfabetización digital.
"Un enfoque basado en la autorregulación y la co-regulación parece el camino adecuado", ha agregado por su parte el ministro de Cultura finlandés, Sampo Terho.
Chipre ha defendido que la autorregulación ha dado "algunos resultados significativo" aunque "la reglamentación también tiene un valor añadido", mientras que por el contrario Grecia ha considerado que "acuerdos entre caballeros no son suficientes por sí para lograr los resultados" que se quiere y ha pedido "un enfoque europeo".
Bulgaria ha dejado claro que "medidas normativas sólo serían apropiadas si se pueden sincronizar con los avances tecnológicos y tienen en cuenta las disparidades en el sector entre los Estados miembro y no minan la libertad de expresión".
COMPROMISOS DE FACEBOOK, GOOGLE Y TWITTER, VOLUNTARIOS POR AHORA
La Comisión Europea se ha dado hasta finales de año para evaluar si los compromisos voluntarios que asumieron Facebook, Google y Twitter, para combatir la desinformación y garantizar la integridad de las elecciones europeas han dado resultados suficientes o hay que tomar más medidas, incluido de carácter normativo.
Facebook, Twitter, Google y Mozilla se comprometieron a través de un Código de Conducta voluntario en octubre de 2018 a garantizar, por ejemplo, la transparencia sobre la publicidad política, incluida la posibilidad de hacer pública la identidad de los patrocinadores y la cantidad abonada por los anuncios y a diferenciarla claramente de la información.
También aceptaron establecer políticas claras para detectar la identidad y el abuso de los 'bots' en sus servicios en la UE e invertir en medios tecnológicos para priorizar, autentificar y autorizar informaciones en motores de búsquedas o canales de distribución automatizada, según sea apropiado y para bloquear las cuentas falsas.
La Comisión ha valorado los avances que han hecho las plataformas hasta ahora para "controlar" la publicidad política y atajar cuentas falsas pero ha afeado que Google y Twitter no han tomado medidas para identificar y exponer los anuncios que persiguen cambiar una opinión o comportamiento y que las redes sociales no hayan aclarado cómo han contribuido sus acciones a reducir la desinformación en la UE.
En todo caso, les ha pedido más esfuerzos para cooperar con los expertos de verificación de información "en todos" los estados miembro, así como con los medios tradicionales para "desarrollar indicadores de fiabilidad y transparencia de fuentes de información" y garantizar "un control independiente del funcionamiento de los algoritmos", así como el acceso para la comunidad investigadora de las bases de datos relevantes para detectar y analizar "mejor" las campañas de desinformación.