MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Los expedientes abiertos a jóvenes por violencia filio-parental aumentaron un 3,6 por ciento durante el año 2018, situándose en 4.833 los procedimientos incoados a menores por este tipo de delito, frente a los 4.665 registrados durante 2017.
Así se desprende del estudio 'La violencia filio-parental en España' de la Fundación Amigó, elaborado a partir de los datos publicados en la Memoria de la Fiscalía General del Estado (FGE). La violencia filio-parental son conductas reiteradas de violencia física, psicológica o económica dirigida de hijos e hijas a sus progenitores o a aquellos adultos que ocupan su lugar.
"Nos encontramos ante un fenómeno que requiere de respuestas especializadas para poder abordarlo y conseguir que todos los miembros de la unidad familiar puedan reconducir la situación y retomar el vínculo afectivo", indican desde la Fundación Amigó.
Los resultados de esta investigación indican que cada año se abren en España más de 4.000 expedientes por este tipo de delito, y que los procedimientos abiertos han aumentado desde 2013 hasta alcanzar los 4.833 expedientes incoados a jóvenes por agresiones en el ámbito familiar durante 2018. "Estas cifras señalan el grave problema social al que nos enfrentamos", avisan.
En este sentido, la Fundación Amigó apunta que se estima que se denuncian los casos más graves, es decir, entre un 10 y un 15 por ciento del total. "Estamos hablando de un problema que en la mayoría de las ocasiones es oculto y es necesario dar visibilidad y concienciar a la población del problema existente", sostienen los autores del estudio.
Los investigadores han analizado las diferentes memorias regionales de las Fiscalías de Menores de cada comunidad autónoma que, según destaca la Fundación, arrojan datos "muy heterogéneos". En concreto, Andalucía es la región donde se abren un mayor número de expedientes a menores por este tipo de delito con 1.034 durante 2018; seguida de la Comunidad Valenciana (832), Comunidad de Madrid (686), Canarias (405) y Cataluña (358).
"La violencia filio-parental se ha estabilizado en los últimos años en cuanto al número de denuncias. Hay que tener en cuenta que estos datos solo señalan las situaciones más graves, ya que existe una cifra negra que no se detecta porque no se llega a la denuncia. Por ello sigue siendo necesaria la labor de sensibilización y prevención que evite la instauración de la violencia en el ámbito familiar", explica Irene Gallego, psicóloga de Fundación Amigó.
PAUTAS, FORMACIÓN Y CONOCIMIENTO
Gallego sostiene que "es de gran importancia dotar de las estrategias necesarias a las familias que sufren esta problemática". "Un trabajo en red que aúne pautas, formación y conocimiento sobre esta alarmante problemática, disminuirá el estigma de las familias que lo viven", subraya Gallego.
Por otro lado, desde Fundación Amigó, se ha llevado a cabo un proyecto de investigación para conocer el perfil de las personas que viven situaciones de violencia filio-parental, con una muestra de más de 1.000 personas.
Los resultados que se han obtenido son que la media de edad de los hijos se sitúa en 15 años y medio, mientras que la de los progenitores es de 46 años y medio. Además, el 71,11 por ciento presenta el problema cuando los hijos tienen entre 12 y 18 años, y en el 63 por ciento la violencia era ejercida por los hijos y en el 37 por ciento por las hijas.
El estudio señala además que el 30,53 por ciento se trata de hijos únicos; en el 74,01 por ciento de los casos los hijos han disminuido su rendimiento escolar; en el 16,81 los hijos han sufrido acoso escolar; en el 64,35 por ciento, los hijos presentan algún tipo de adicción; y en el 40,87 por ciento, los hijos han sido testigos de algún tipo de violencia. Más de la mitad de las personas (52,6%) forma parte de familias nucleares, seguido de un 26,5%, que son familias monoparentales maternas.