MADRID, 26 (EUROPA PRESS)

Los representantes de los evangélicos españoles que se reunieron en dos ocasiones con responsables de Sanidad salieron salieron de ambos encuentros "convencidos" de que debían suspender el congreso Unlimited 2020 que iba a reunir del 18 al 21 de marzo en Madrid a unas 8.000 personas de distintos países.

Representantes evangélicos acudieron a una reunión con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que tuvo lugar el 5 de marzo, y a otra reunión posterior, el 6 de marzo --en la que también estaba la entonces directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Yolanda Fuentes, que después dimitió--.

Según ha explicado a Europa Press el responsable de Comunicación de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), Jorge Fernández, que participó en ambas reuniones, los responsables de Sanidad les hicieron una "recomendación" para que suspendieran el evento ya que "reunía todos los riesgos" que estaban intentando evitar: alta presencia de personas procedentes del extranjero reunidas en un espacio cerrado.

"Entendimos en esa primera reunión que era imposible celebrarlo", ha explicado Fernández. Si bien, al no ser ellos los organizadores del congreso, propusieron invitar a una reunión posterior --que se celebró al día siguiente, el 6 de marzo-- al presidente de la Federación de Asambleas de Dios de España, Juan Carlos Escobar, que era quien coordinaba el evento.

A pesar de los problemas que conllevaba la suspensión del congreso, a 15 días de su celebración, aseguran que, desde Sanidad les convencieron de que era una "actividad de máximo riesgo", por lo que lo cancelaron.

Además, el coordinador del evento pidió a Sanidad una carta con dicha recomendación por escrito para que todos los colaboradores del congreso entendieran que existían "argumentos de peso" para su cancelación.

FUE UNA "DECISIÓN PROPIA", NO UNA PROHIBICIÓN

En todo caso, los evangélicos insisten en que el Ministerio de Sanidad no les prohibió la celebración del evento sino que fue una "decisión propia" a raíz de la recomendación de las autoridades sanitarias, "tomada con responsabilidad y con un coste personal muy alto".

Además, desde FEREDE destacan que, a partir de ese momento, mantuvieron "una buena colaboración" con las autoridades sanitarias para dar seguimiento y evitar posibles casos de contagio en su colectivo. La Federación agradece la información que les facilitaron en dichas reuniones pues les permitió "actuar tempranamente".

En todo caso, FEREDE no quiere entrar a valorar "polémicas" como el hecho de que el fin de semana posterior a que les recomendaran suspender su congreso, se celebrara la manifestación del 8-M o el mitin de Vox. De hecho, precisan que no les gusta que se esté "utilizando de alguna manera" la suspensión de su evento, no para resaltar su "responsabilidad" al decidir cancelarlo, sino para señalar "los errores de otros".

Este martes se ha conocido el informe de la Guardia Civil encargado por la juez de Madrid Carmen Rodríguez-Medel, que investiga la actuación del delegado del Gobierno, José Manuel Franco, por la autorización de la marcha por el Día de la Mujer. En el mismo, se precisa que Salvador Illa y Fernando Simón advirtieron pocos días antes del 8-M a los organizadores del congreso evangélico previsto para mediados de marzo en Madrid de que este acto no se debía realizar bajo ningún concepto por ser un evento de alto riesgo de contagio de coronavirus.

contador