MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Los compromisos actuales expresados por los países de la comunidad internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) no permiten ver en el futuro un "techo" de crecimiento y menos aún una fecha en la que se estabilicen o reduzcan, según experto de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado el último boletín, de 2018 que señala que las emisiones de CO2 han alcanzado un nuevo récord en 2018, con 407,8 partes por millón en la atmósfera.
Así, el director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña de la AEMET, del grupo de gases de efecto invernadero, Emilio Cuevas, ha explicado a Europa Press que con los compromisos actuales no solo no habrá un techo de emisiones en 2020 o 2030 sino que no se observa en el futuro ninguna fecha factible, algo para lo que asegura que es necesario reducir las emisiones a "cero".
El responsable de Izaña, cuyos datos se han aportado a este informe de la OMM en el que han participado más de 50 países, alerta de que lejos de estabilizarse las emisiones aumentan "cada vez con mayor velocidad" y "siguen su curso a nivel global".
Cuevas subraya que las emisiones de gases de efecto invernadero "no conocen fronteras" y que la evolución es similar en todo el mundo, pese a algunos esfuerzos, como la Unión Europea para reducir sus emisiones.
"Son gases con una vida media muy larga y no es un problema de fronteras. Los datos no son nada buenos porque no solo no vemos un cambio a mejor sino que la concentración de gases contaminantes en la atmósfera sigue aumentando", ha insistido.
SOLUCIÓN CERO CO2
A su juicio, la "única" solución para empezar a limitar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es lograr una "emisión cero a nivel mundial", porque la mitad de cada emisión de CO2 se queda en la atmósfera, ya que los océanos absorben un cuarto y los bosques otro cuarto. El resto, "la mitad queda en la atmósfera".
Asimismo, ha destacado que no hay aún un techo para el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero que es cada vez "mayor y más rápido".
Respecto al momento de la publicación del boletín de gases de efecto invernadero (GEI) de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el director del centro de investigación de Izaña ve "oportuno" el momento, a una semana del inicio de la Cumbre del Clima en Madrid e "intencionada" la publicación, con el fin de "alertar a los Gobiernos de que tienen que tomar medidas concretas de reducción de emisiones".
De momento, insiste en que si los expertos se atienen a lo que se mide en la atmósfera "no hay resultados" pues los compromisos actuales, pese a ser necesarios "no son suficientes". "Si las concentraciones no se estabilizan sino que aumentan, es evidente que el cambio climático también se acelera", ha añadido.
Por último, Cuevas ha reiterado la importancia de abordar especialmente el dióxido de carbono (CO2), que es el que más incide en el calentamiento global.
Respecto al metano y al óxido nitroso, ha dicho que también "son importantes y contribuyen al cambio climático pero nada que ver con el CO2" donde, en su opinión, deben concentrarse "todos los esfuerzos".
El metano y el óxido nitrosos, segundo y tercer gases más contaminantes dependen de los usos agrícolas y ganaderos fundamentalmente y, aunque también son importantes, quedan muy lejos del CO2, cuyo principal problema es su inercia en la atmósfera.
Cuevas apunta que el metano y el óxido nitrosos tienen "otros sumideros" pero que el CO2 tiene efectos que duran décadas y ha comparado su volumen. Así, ha dicho que la concentración de metano en la atmósfera es de 1,8 partes por millón (ppm); el óxido nitroso, 0,33 ppm frente al dato del CO2, que según la última estimación de la OMM es de 407,8 ppm.