MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

Los aplausos colectivos para homenajear el trabajo de los sanitarios y profesionales de servicios durante la crisis del coronavirus han logrado resistir pese a la fase de desescalada y a las peticiones para finalizarlos tras más de dos meses ininterrumpidos de agradecimientos desde el balcón y las ventanas de casa, aunque se han debilitado en los últimos días.

Así, se cumplen 72 días desde que se iniciaran en las distintas ciudades y pueblos de todo el territorio nacional. La convocatoria surgió en redes sociales y aplicaciones de mensajería una vez que el Gobierno decretó el estado de alarma en marzo ante la propagación de la pandemia, siguiendo así los pasos de los italianos, que por entonces ya llevaban confinados desde hace una semana.

Además, desde este lunes, más de la mitad del territorio español pasará a la fase 2 del proceso de desescalada. Entre las medidas de alivio, se podrá circular en grupos de máximo 15 personas, siempre manteniendo la distancia social o medidas de protección, y las personas de hasta 70 años podrán realizar la actividad física no profesional en cualquier franja horaria, a excepción de la comprendida entre las 10.00 y las 12.00 horas, y entre las 19.00 y las 20.00 horas, que queda reservada a los mayores de 70 años.

Fue con el confinamiento y las restricciones de movilidad más duras cuando los aplausos colectivos tuvieron su mayor apogeo. Los momentos más duros de la crisis sanitaria, que coincidieron con el famoso 'pico' de la epidemia, se saldó con el agradecimiento mayoritario de los ciudadanos a los centros hospitalarios, muchos de ellos al borde del colapso ante el alto número de contagiados y fallecidos.

Sin embargo, la desescalada, que ha aliviado en gran parte el confinamiento para evitar la propagación de la pandemia, provocó que un mensaje en redes sociales pidiera acabar con el agradecimiento diario a las 20.00 horas el domingo 17 de mayo, con un "aplauso final".

No obstante, parte de la ciudadanía sigue parando sus labores diarias para aplaudir a los sanitarios y profesionales de servicios básicos que no han parado en los días más duros de la crisis sanitarias. Muchos de ellos no han faltado a la cita a pesar de haberse resentido desde que están permitidas las salidas a la calle para pasear o hacer deporte.

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