MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Las mujeres supervivientes de abuso doméstico corren el doble de riesgo de desarrollar enfermedades a largo plazo que causan dolor corporal generalizado y cansancio extremo, muestra un estudio realizado por las universidades británicas de Birmingham y Warwick y publicado en el 'Journal of Interpersonal Violence'.
La investigación muestra que las mujeres que han experimentado abuso doméstico tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar fibromialgia y síndrome de fatiga crónica (SFC) que las que no lo han hecho.
La fibromialgia causa dolor en todo el cuerpo, mientras que el SFC es una enfermedad con una amplia gama de síntomas, el más común de los cuales es el cansancio extremo. Ambas son condiciones a largo plazo.
El estudio, el primero de su tipo, examinó los registros de GP que datan entre 1995 y 2017 de 18.547 mujeres que habían sufrido abuso doméstico, en comparación con 74.188 que no lo habían hecho.
Descubrieron que el riesgo de desarrollar fibromialgia y SFC en mujeres que han sufrido abuso doméstico era el doble de la tasa de aquellas que no tenían experiencia registrada por su médico de cabecera, después de tener en cuenta los factores que pueden influir en la asociación. La tasa de incidencia para desarrollar fibromialgia fue de 1.73 y a de SFC, de 1.91.
Estos hallazgos se producen después de que un estudio previo dirigido por la Universidad de Birmingham publicado en junio mostrara que las víctimas de abuso doméstico en el Reino Unido tienen tres veces más probabilidades de desarrollar enfermedades mentales graves.
Sin embargo, hasta ahora ha habido pocos estudios diseñados para evaluar la relación entre las mujeres que han sido maltratadas y la probabilidad de que desarrollen enfermedades a largo plazo como la fibromialgia y el SFC.
El doctor Joht Singh Chandan, del Instituto de Investigación de Salud Aplicada de la Universidad de Birmingham y la Escuela de Medicina Warwick de la Universidad de Warwick, apunta que "el abuso doméstico es un problema de salud pública global, con hasta una de cada tres mujeres afectadas en todo el mundo. Estimaciones recientes del Reino Unido sugieren que el 27,1 por ciento de las mujeres han experimentado algún tipo de abuso doméstico, y se espera que una gran proporción de estos casos sean mujeres que hayan sufrido violencia a manos de una pareja íntima".
"Teniendo en cuenta la prevalencia del abuso doméstico y el hecho de que los pacientes que experimentan fibromialgia y SFC a menudo enfrentan retrasos en el diagnóstico debido a una comprensión limitada en general de cómo se causan estas afecciones, es importante que los médicos tengan en cuenta que las mujeres que han sobrevivido al abuso corren un mayor riesgo de estas condiciones", añade.
"Esperamos que estos primeros hallazgos de investigación de este tipo cambien la práctica de la atención médica y sean de ayuda en el diagnóstico temprano de fibromialgia y SFC en mujeres que han sido maltratadas", prosigue.
Por su parte, la profesora Julie Taylor, de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Birmingham, señala que "las sobrevivientes de abuso doméstico pueden experimentar un inmenso estrés fisiológico y psicológico. Los cambios que ocurren en el cuerpo como resultado de tal estrés pueden conducir a una multitud de malos resultados de salud, como lo que vemos en nuestro estudio aquí. Sin embargo, se necesita más investigación para establecer las vías biopsicosociales que causan este vínculo entre el abuso y este tipo de condiciones de salud".
"Esta es una relación muy compleja y es importante enfatizar que no todas las mujeres que han sido maltratadas desarrollarán fibromialgia o SFC, y que tener estas condiciones no significa que haya habido abuso doméstico en el pasado", precisa.
Al mismo tiempo, el profesor Siddhartha Bandyopadhyay, del Departamento de Economía y Centro de Crimen, Justicia y Policía de la Escuela de Negocios de la Universidad de Birmingham, reconoce que se sabe "que el abuso doméstico tiene efectos negativos significativos para las víctimas y sus hijos. Este y otros trabajos relacionados que muestran fuertes asociaciones con varias enfermedades sugieren que los costes del abuso son aún mayores de lo que se entendió anteriormente".
"La mayor incidencia de enfermedades a largo plazo, como el síndrome de fatiga crónica, para las mujeres maltratadas implica la existencia de un costo oculto adicional para la sociedad que debemos entender mejor", añade.