MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

El 53,7% de las profesiones están masculinizadas, es decir, que en ellas el porcentaje de hombres supera el 65%. En estos trabajos, las diferencias en el salario hora promedio muestran que la brecha de género es del 14,7%, según señala el trigésimo número de 'Esenciales', una serie mensual de documentos divulgativos de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

Un 14,8% de las profesiones son paritarias --aquellas en las que la proporción de hombres y mujeres oscila entre 40% y 60%-- y en ellas la brecha salarial de género supone el 8,4%. Por su parte, en las ocupaciones feminizadas --en las que las trabajadoras representan el 65% o más-- esta brecha salarial es del 11,1%.

Así, el estudio concluye que, conforme se iguala la presencia de hombres y mujeres en las distintas profesiones, disminuyen las diferencias salariales. Por ello, aconseja rediseñar las políticas educativas en todas las etapas para que orienten a las personas en sus carreras profesionales en base a sus capacidades y no a su género para reducir la brecha salarial, entre otras medidas.

De acuerdo con la Clasificación Nacional de Ocupaciones, las ocupaciones clasificadas como masculinizadas se componen, entre otras, de directores ejecutivos y de la administración pública, de profesionales en física, química, matemáticas, ingeniería, ciencias y en las TIC, supervisores de ingeniería, manufacturas y construcción, como ocupaciones de alta cualificación.

En el caso de las ocupaciones de menor cualificación, las masculinizadas incluyen trabajadores en protección y seguridad, mecánicos, trabajadores de la construcción, especialistas en electricidad y conductores de transporte urbano y carretera.

En cuanto a las ocupaciones definidas como paritarias, se encuentran los especialistas en organización y comercialización de la Administración Pública, los profesionales de la cultura, de apoyo financiero y servicios jurídicos, empleados de servicios contables y bibliotecas. De menor cualificación destacan los trabajadores asalariados en restauración y los vendedores (con la excepción de los vendedores de tiendas).

Por último, las ocupaciones feminizadas reflejan el tradicional rol de atención al cuidado asignado al sexo femenino, como profesionales de la salud y de la enseñanza en niveles no universitarios, y profesionales en ciencias sociales, entre las ocupaciones de alta cualificación.

En las profesiones de cualificación baja, estarían ocupaciones como las administrativas, las recepcionistas, las dedicadas a la atención al público, las dependientas en tiendas y cajeras (menos en las entidades bancarias), las cuidadoras de personas y servicios de limpieza.

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