MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Calles y barrios de diferentes pueblos y ciudades españolas han vuelto a ser testigos de los largos aplausos que los vecinos brindan cada día a las 20.00 horas para homenajear la labor de sanitarios y profesionales de servicios básicos que luchan para frenar la propagación del coronavirus.
Así, se cumplen 39 días consecutivos desde que se iniciaran, a través de mensajes en 'WhatsApp', los aplausos colectivos que tienen como finalidad agradecer la labor de médicos y enfermeros y mostrar apoyo a los enfermos del virus.
En estas ovaciones, la música y el entretenimiento han estado presentes para hacer más ameno el confinamiento entre el vecindario. En muchos lugares del país, también se despide con aplausos a los vecinos que salen a diario para trabajar en oficios que, por sus características, no pueden implantar el teletrabajo.
A lo largo de estas semanas, muchos profesionales de la sanidad y otros trabajadores de los servicios de emergencia han querido devolver al agradecimiento, con aplausos recíprocos, sirenas y pitos desde los coches y mensajes en redes sociales.
La iniciativa de los aplausos comenzó en Italia, el país europeo donde hubo un mayor repunte de contagiados por coronavirus a principios de marzo.
Sin embargo, se trata de una convocatoria que ha traspasado fronteras. En grandes ciudades como Nueva York o Thane, en la India, también demuestren diariamente su agradecimiento a la labor y el esfuerzo realizados por el personal sanitario durante esta crisis.
PROTESTAS PARA QUE LOS NIÑOS PUEDAN DAR PASEOS CORTOS
Además, ciudadanos de distintos barrios españoles han protestado este martes con una cacerolada desde los balcones a las 19.00 horas para pedir al Gobierno que permita a los padres dar "paseos cortos" con los niños tras más de un mes de confinamiento en casa por el coronavirus.
En este sentido, los promotores han pedido al Ejecutivo central que se permita a los niños "dar paseos cortos de forma controlada y ocasional", acompañados por un adulto y "manteniendo la distancia" establecida por las autoridades sanitarias. "Los niños tienen necesidades físicas y psicológicas que creemos que no se están teniendo en cuenta", denunciaba la publicación.