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La pandemia y con ella, el confinamiento de primavera y las limitaciones a los desplazamientos, han provocado un descenso de los robos en hogares que ahora se centran en las segundas viviendas ubicadas en el litoral, según indica el informe Los robos en hogares asegurados 2019-2020 elaborado por Estamos Seguros.

Este estudio analiza los robos perpetrados en viviendas aseguradas entre el 1 agosto de 2019 y el 31 julio de 2020. Los ladrones se han desentendido de los inmuebles ubicados en núcleos urbanos al ser conscientes de que, al tratarse de residencias habituales, sus moradores iban a encontrarse ahí durante el confinamiento.

El trabajo analiza los datos aportados por 27 aseguradoras que protegen 11,8 millones de viviendas ubicadas en España. La información que ofrece es el resultado de analizar 78.000 robos ocurridos en inmuebles durante los 12 meses transcurridos entre el verano de 2019 y el de 2020. Así pues, la Covid-19 generó un cambio radical en la vida diaria pre-pandemia, y con ello, también lo hizo en los hábitos de robo de los ladrones que durante este tiempo han desplazado sus hurtos en las segundas viviendas.

REGIONALMENTE

La prueba del cambio en el comportamiento de los ladrones es el reparto territorial de los robos. Prácticamente todas las provincias donde la probabilidad de sufrir un robo es mayor que la del conjunto de España se encuentran en el litoral, concretamente, en las costas mediterráneas como es el caso de las cuatro provincias que encabezan el ránking: Gerona (con una probabilidad de robo del 89,42%), Tarragona (65,89%), Barcelona (56,07%) o Murcia (46,18%).

Si aparece algún territorio de interior entre los primeros puestos de la clasificación, es porque se trata de provincias próximas a Madrid donde también abundan las segundas residencias, por ejemplo, Toledo (20,48%).

Por otra parte, también muestra el informe el descenso de incidentes en la Comunidad de Madrid. En ediciones de ejercicios precedentes, la Comunidad presentaba una probabilidad elevada de robos en inmuebles por su carácter de capital de España. En esta edición, la capital se encuentra por debajo de la media nacional. En el País Vasco ha ocurrido algo parecido, aunque de manera menos acusada, registrando probabilidades bajas en Guipúzcoa y Álava aunque en Vizcaya se mantiene alta (12,76%).

En cuanto a los municipios en donde es más fácilmente padecer un robo abundan las localidades costeras de Cataluña: Son Gerona, Sant Cugat del Vàlles, Barcelona, Mataró, Reus o Badalona. Se añaden a esta lista la ciudad de Murcia y Torrevieja (Alicante).

LAS ASEGURADORAS HAN PAGADO UNA INDEMNIZACIÓN DE 1.333 EUROS DE MEDIA

El estudio de Estamos Seguros muestra que en 2020 el coste de los robos se ha agravado que oscila en torno a los 1.333 euros pagados por aseguradoras. Los percances más graves se dan en las provincias de Barcelona, Gerona, Pontevedra, Lérida y Navarra

Si bien los ladrones de pisos en ciudades actúan rápido para evitar ser descubierto por los vecinos y se lleva objetos de valor pero poco voluminosos, durante los asaltos a inmuebles de veraneo y residencias aisladas los ladrones cuentan con más tiempo y calma por el menor miedo a ser descubiertos.

Asimismo, esta diferencia supone una desigual retribución de las aseguradoras según las viviendas. Indemnizaciones mayores en estas residencias aisladas que en los pisos. Este patrón queda de manifiesto cuando se mira el coste de los robos por municipios.

La clasificación del coste de los robos por localidades se encuentra liderada por Pozuelo de Alarcón (2.602 euros), un municipio madrileño conocido por su elevada renta media per cápita y la abundancia de chalés. Otros puestos destacados los ocupan Marbella (2.504 euros) destino turístico malagueño de referencia para el turismo de alto poder adquisitivo; así como Alcobendas (2.333 euros), en Madrid, y Sant Cugat del Vallès (2.258 euros) en Barcelona. Estas dos últimas son localidades donde, como en Pozuelo, se ubican destacadas urbanizaciones de renta alta.

En el extremo opuesto aparecen localidades de perfil socioeconómico modesto y donde, en marcado contraste urbanístico, abundan los bloques de pisos. Son Cádiz, Parla, Leganés, Alcorcón y Melilla. En todas estas localidades el robo medio se sitúa por debajo de los 600 euros.

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