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Cadáver de un inmigrantes recuperado en Los Caños de MecaGUARDIA CIVIL

CÁDIZ, 10 (EUROPA PRESS)

La tragedia de la inmigración en forma de cadáveres expulsados por el mar se ha repetido en la provincia poco después de cumplirse 15 años de una de los episodios que hizo cambiar protocolos y reforzar medidas de salvamento, el naufragio el 25 de octubre de 2003 de una patera en Rota (Cádiz) que se saldó con 37 muertes.

En 2003, una de las causas de culpabilidad puestas encima de la mesa en el naufragio de aquella embarcación en una noche de tormenta en Rota, muy alejada de las rutas naturales de la inmigración en la zona del Estrecho, fue que el operativo de salvamento tardó 52 minutos en activarse. A partir de entonces hubo una ampliación provisional en los medios de salvamento y los gobiernos ampliaron los radares del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE).

Ahora, 15 años después, hasta el momento son doce los cadáveres aparecidos entre las siempre presente corrientes del mar de la zona de Trafalgar tras naufragar la patera, que llevaba en su interior 40 inmigrantes, cuando se encontraba a unos 150 metros de la orilla, colisionando con una roca, lo que provocó que se abriese una vía de agua que la hizo naufragar.

Según los ocupantes rescatados con vida, pagaron 1.500 euros por el cruce del Estrecho y el piloto les obligó, una vez recibido el pago de cada uno de ellos, a subir en una sola embarcación aún siendo consciente del exceso de aforo que ello suponía, viéndose obligados a sentarse unos encima de otros e ir turnándose entre ellos.

Además, pese a que cuando partieron las condiciones climatológicas eran buenas, a mitad de trayecto el estado de la mar empeoró y a consecuencia del fuerte oleaje tuvieron que achicar constantemente el agua que entraba. Asimismo, solo la mitad del pasaje llevaba chaleco salvavidas y muchos de ellos no sabían nadar. Además, estuvieron más de 25 horas en alta mar en condiciones de hacinamiento y, debido al empeoramiento de las condiciones climatológicas, temieron por su vida en muchos momentos de la travesía.

PRECIO DEMASIADO CARO

Años después, a pesar de que se cuentan por cientos las pateras interceptadas en el Estrecho, son muchas las que siguen llegando, principalmente a las costas de Tarifa y Barbate, concretamente por la zona de Trafalgar. Igualmente, son muchos los inmigrantes que se quedan en el camino, como recordaba en un manifiesto la asociación Andalucía Acoge.

Esta misma asociación, en una concentración realizada este miércoles en Algeciras, señalaba que "aunque se desconozca la cifra exacta de personas fallecidas, la existencia de un solo cadáver constituye ya un precio demasiado caro".

Hace 15 años fueron los 37 cadáveres en Rota, en noviembre de 2018 son, hasta el momento, once en Caños de Meca, en enero de 2017 fue el pequeño Samuel Kabamba el que apareció en la playa de Mangueta (cerca también de los Caños), y precisamente esta semana se presentaba un documental 'El Naufragio, 30 años de memoria sumergida', con motivo del 30 aniversario del primer documento gráfico que se conoce del cadáver de un migrante en una playa gaditana, tomada en la playa de los Lances en Tarifa y realizada por Ildefonso Sena.

"Al otro lado del Mediterráneo empiezan a preparar sus muertes tatuándose sus nombres en sus cuerpos --brazos sobre todo-- para poder ser identificados en caso de fallecimiento en su huida hacia Europa", ha señalado Andalucía Acoge en un manifiesto en el que ha vuelto a pedir "un estrecho de vida y esperanza".

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