MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

La Organización de Naciones Unidas y en concreto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura han pedido a la población mundial un 'Compromiso con las abejas' y el resto de polinizadores que cada día están más amenazados a nivel mundial y que pueden ser claves en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Con motivo del III Día Mundial de las Abejas de la ONU, que se celebra este martes 20 de mayo, la organización multilateral ha lanzado un conjunto de propuestas sencillas y ha centrado la celebración en la producción apícola y en destacar las buenas prácticas adoptadas por apicultores de todo el mundo para apoyar sus medios de vida y ofrecer productos de alta calidad.

Así, considera la ONU que la apicultura es una forma de apoyar a las comunidades rurales que permite "en esta difícil situación" provocada por la pandemia del coronavirus que afecta a todo el mundo una "mejora de la seguridad alimentaria y nutricional".

En la actualidad, las abejas y otros polinizadores, como mariposas, murciélagos y colibríes están "cada vez más amenazados por la actividad humana", pese a que realizan una polinización "fundamental" para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y la reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres.

De hecho, cerca del 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse y el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización. Por ello, la ONU hace hincapié en la incidencia de los polinizadores en la seguridad alimentaria, sino que además los defiende como "indispensables" para conservar la biodiversidad.

Para la FAO, la pandemia del COVID-19 ha tenido repercusiones "innegables" en el sector apícola ya que ha afectado a la producción, al mercado y, en consecuencia, a los medios de vida de los apicultores.

En este contexto, advierte de que de seguir así, algunos cultivos nutritivos como frutas, frutos secos y muchas hortalizas serán sustituidos cada vez más por los cultivos básicos como el arroz, el maíz y la patata, lo que podría desembocar finalmente en una dieta desequilibrada.

Entre las principales amenazas señala a los insectos invasores, los pesticidas, el cambio de uso de la tierra, los monocultivos que reducen los nutrientes disponibles y puede suponer una amenaza para las colonias de abejas.

La FAO recuerda a los apicultores que ofrece asistencia técnica a los países en cuestiones que van desde la cría de abejas reinas hasta la inseminación artificial, pasando por soluciones sostenibles para la producción de miel y su comercialización para la exportación.

PROPUESTAS CIUDADANAS

En este contexto, la ONU ha elaborado un conjunto de propuestas a los ciudadanos entre las que plantea cultivar una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año; comprar miel sin refinar a agricultores de la zona; comprar productos a agricultores que tengan prácticas agrícolas; proteger a las colonias de abejas; apadrinar una colmena.

Otras de las medidas pasan por poner bebederos o cuencos de agua limpia, con piedras y palos para que las abejas se puedan posar sin ahogarse y ayudar a mantener los ecosistemas forestales.

En el ámbito rural, llama a los apicultores y agricultores a que de forma conjunta reserven algunas zonas como hábitat natural; crear barreras vegetales; reducir o modificar el uso de pesticidas; respetar los lugares de anidación; sembrar actractivos de cultivo alrededor del campo.

En cuanto a los Gobiernos, la ONU pide que elaboren estrategias que promuevan fomentar la participación, el intercambio de conocimientos y empoderamiento de los pueblos rurales e indígenas, así como de las comunidades locales.

También les urgen a aplicar medidas estratégicas, establecer incentivos económicos para promover el cambio; incrementar la colaboración entre organizaciones nacionales, internacionales, instituciones académicas y redes de investigación para gestionar e investigar y evaluar a los polinizadores y los servicios de polinización.

Que el Día Mundial de las Abejas sea el 20 de mayo no es casual. La fecha fue propuesta a la ONU por Eslovenia, en honor al aniversario del natalicio de Anton Jansa, considerado el pionero de la apicultura moderna, quien nació en 1734, en una larga estirpe de apicultores. En 1766 se matriculó en la primera escuela de apicultura de Europa y en 1771 publicó el libro 'Discusión sobre la apicultura' en alemán. Esta obra aún sigue siendo uno de los manuales de referencia para apicultores de todo el mundo. Jansa murió en 1773 a consecuencia del tifus y en 2018 la ONU aprobó declarar el 20 de mayo Día Mundial de las Abejas.

2.500 ABEJAS PARA UN KILO DE MIEL

De las 20.000 especies de abejas existentes en el mundo, apenas siete producen miel, un endulzante natural con propiedades antibacterianas y antisépticas. Una cucharadita de café de miel, unos 4 mililitros son el trabajo de toda la vida de una abeja, que vive en colonias compuestas por entre 30.000 y 60.000 abejas obreras, que viven de seis a ocho semanas en verano y entre cuatro y seis meses en invierno. La abeja reina, no obstante vive en torno a cuatro años.

En la actualidad, España cuenta con unas 30.000 explotaciones apícolas y unos 2,4 millones de colmenas, lo que supone en torno al 16 por ciento de la Unión Europea.

Precisamente, en la víspera del Día Mundial de las Abejas, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto que modifica la normativa vigente sobre la calidad de la miel en lo relativo a su etiquetado, que ahora deberá especificar todos los países de procedencia.

La norma establece ahora que cuando una miel se haya elaborado a partir de mieles de distinta procedencia se deberán recoger en el etiquetado el listado de los países de origen donde se haya recolectado.

No obstante, aunque la miel proceda de un único país, este nuevo cambio en la norma también hará obligatorio indicarlo en la etiqueta, por lo que la miel 100 por 100 española se podrá identificar claramente.

Para garantizar el cumplimiento de esta nueva exigencia y su comprobación por las autoridades competentes, se exigirá también a los operadores que recojan, dentro de su sistema de autocontrol, las evidencias necesarias para demostrar los orígenes de las mieles empleadas en las mezclas.

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