Acción contra el Hambre advierte de que la defecación al aire libre es una de las principales causas de desnutrición del mundo
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Una de cada tres escuelas de todo el mundo no tienen un sistema básico de saneamiento, por lo que la salud de 620 millones de niños está en peligro por algo que es "más que un inconveniente", ha advertido la ONG WaterAid, en un informe publicado con motivo del próximo Día Mundial del Retrete (19 de noviembre).
El estudio calcula que, cada año, los niños pierden hasta 443 millones de días de clase debido al mal estado del agua y del saneamiento y estima que medidas tan básicas como la instalación de retretes o el lavado de manos pueden reducir el dato a casi la mitad.
WaterAid ha analizado la situación de 101 países y ha situado a Guinea-Bissau como el peor país del mundo en materia de acceso a retretes en las escuelas, ya que el 81 por ciento de los centros carecen de estas instalaciones. En Níger, donde siete de cada diez personas defecan al aire libre porque no tienen un váter o letrina en su casa, solo uno de cada cuatro escuelas tienen una red básica.
La consejera delegada de WaterAid, Sarina Prabasi, ha advertido de que se pueden salvar "muchas vidas" y proteger un derecho básico como es la educación que "puede transformar la vida de un niño y sacar a su familia de la pobreza".
Este mensaje, ha añadido, "es especialmente cierto en el caso de las niñas", en riesgo cada vez que utilizan instalaciones ajenas o imposibilitadas para ir a clase si tienen la menstruación. En la zona sur de Asia, más de una tercera parte de las adolescentes dejan de ir a clase entre uno y tres días al mes para evitar que le coincida con el periodo.
Los expertos calculan que el consumo de agua contaminada y las malas redes de saneamiento se cobran cada año la vida de 289.000 menores de cinco años. Solo las diarreas y las infecciones intestinales matan a más de 140.000 niños anualmente, según WaterAid.
ROMPER EL CÍRCULO VICIOSO
Acción contra el Hambre también ha analizado la importancia de mejorar el saneamiento en su informe 'Babywash y los 1.000 días', en el que ha advertido de que la erradicación del hambre no solo depende de la disponibilidad de alimentos o del tratamiento de la desnutrición y con el que aspira a "romper el círculo" en los primeros mil días de vida de una persona.
"Nuestro trabajo muestra la importancia crucial de una gestión segura de las heces tanto humanas como animales, para evitar que los niños y niñas menores de cinco años contraigan una diarrea o una infección intestinal que puede desencadenar un episodio de desnutrición aguda o provocar un retraso en el crecimiento que hipotecará el desarrollo físico y cognitivo el resto de su vida", ha alertado la técnica de agua Celia González, una de las responsables del informe de ACH.
Hoy en día, alrededor de 4.500 millones de personas carecen de acceso a un retrete seguro y 892 millones todavía defecan al aire libre, mientras que 1.800 millones de personas utilizan una fuente de agua potable que carece de protección contra posibles contaminaciones. En todo el mundo, más del 80 por ciento de las aguas residuales que genera la sociedad vuelve al medio ambiente sin haber sido tratada ni reutilizada.