MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Formar a los abogados para brindar apoyo psicológico a las mujeres que experimentan violencia de género y abusos podría mejorar significativamente la salud de las afectadas. En un ensayo controlado aleatorio dirigido por investigadores de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, las mujeres que recibieron intervención psicológica mostraron síntomas reducidos de sufrimiento psicológico, depresión y estrés postraumático en comparación con quienes recibieron solo defensa.
Las mujeres que experimentan violencia doméstica y abusos están bajo gran estrés psicológico: tienen tres veces más probabilidades de sufrir depresión y cuatro veces más probabilidades de padecer ansiedad que las mujeres que no son víctimas de este tipo de violencia. Sin embargo, las intervenciones psicológicas, como el asesoramiento y la terapia cognitiva conductual (TCC), que no se adaptan a sus necesidades específicas, a menudo fallan.
El estudio, financiado por el Instituto Nacional para la Investigación de la Salud (Reino Unido) y publicado este martes en 'PLOS ONE', comparó los resultados de salud mental de mujeres que recibieron la intervención con las que recibieron el apoyo habitual.
La intervención, apoyo psicológico hacia la curación (PATH, por sus siglas en inglés), está específicamente diseñada para las necesidades de las mujeres que han sido víctimas de abuso. Las que recibieron la intervención tuvieron hasta ocho sesiones individuales de apoyo psicológico para el trauma con un defensor capacitado con dos sesiones de seguimiento de refuerzo, además del apoyo habitual que brindan los abogados.
Después de 12 meses, las mujeres en el grupo de intervención tuvieron una mejoría mayor en la salud mental que el grupo habitual de defensa solo, con síntomas reducidos de estrés psicológico, depresión y estrés postraumático. Un aspecto único de la intervención es que fue brindada no por consejeros o psicoterapeutas, sino por abogados especializados en violencia doméstica y abuso especialmente capacitados en refugios y servicios comunitarios.
En Reino Unido, los servicios de violencia de género y abusos especializados, principalmente en el sector del voluntariado, ofrecen apoyo o defensa contra la violencia doméstica. Los defensores trabajan con mujeres individuales que están siendo o han sido objeto de abuso, con el objetivo de aumentar su seguridad, empoderarlas y vincularlas con los servicios comunitarios. Brindan asesoría legal, de vivienda y financiera, ayudan a las mujeres a acceder a servicios, como el acceso a refugios, y les aportan apoyo continuo.
RECUPERAR EL SENTIDO DE IDENTIDAD Y LA AUTOESTIMA
En un estudio cualitativo, publicado junto con el ensayo publicado este martes en 'PLOS ONE', los investigadores preguntaron a las mujeres que participaron en el ensayo acerca de sus experiencias. Las mujeres que recibieron la intervención informaron que valoraron los elementos educativos, psicológicos y emocionales de la intervención y se sintieron seguras, por primera vez, para explorar las emociones reprimidas.
También informaron de haber experimentado una reducción en la auto-culpa, un mejor sentido de identidad y una mayor autoestima. En cambio, las mujeres que recibieron la defensa habitual informaron de tener necesidades insatisfechas de apoyo psicológico y emocional.
"La violencia doméstica a menudo causa daños a largo plazo en la salud mental de las supervivientes. En este estudio, hallamos que la combinación de la defensa y el apoyo psicológico para las mujeres que buscan ayuda en los servicios brindan un beneficio adicional en comparación con la defensa por sí sola", explica el director del estudio, el profesor Gene Feder, médico de cabecera e investigador de Violencia Machista en el Centro de Atención Primaria Académica.
Según indica, los hallazgos del estudio son importantes porque muestran que una intervención que es breve en duración y breve de implementar --solo se tarda 25 días en capacitar a los abogados-- mejora el bienestar psicológico y la salud mental de este grupo tan vulnerable un año después.
A ello, la doctora Maggie Evans, quien dirigió la investigación cualitativa, agrega que "la evidencia es convincente". "Para que las mujeres cambien sus vidas y escapen del abuso, se requiere algo más que un cambio práctico hacia el exterior --relata--. Muchas de las personas que participaron dijeron que la intervención PATH les cambió la vida. Fueron capaces de lidiar con el estrés y el trauma del abuso, recuperando el sentido de identidad y autoestima que les ayudó a enfrentarse a los desafíos de moverse a un entorno seguro, y lidiar con problemas de vivienda, legales y financieros".
Y concluye: "Nos gustaría que se ordenara internacionalmente una evaluación inicial de apoyo psicológico al llegar a una entidad de atención a las víctimas de abuso machista como parte de un poderoso paquete de intervención".