MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La Asociación de Abogados Extranjeristas ha denunciado el "caos y el desorden" que existe en la actualidad en la Administración, en concreto a la hora de hacer gestiones y trámites en materia de extranjería. A su juicio, la situación generada por el Estado de Alarma decretada por la expansión del coronavirus COVID-19 es "una oportunidad de oro" para que en materia de extranjería se incorporen "los modos administrativos del siglo XXI".
La asociación ha explicado que algunas oficinas de Extranjería han optado por aplicar la racionalidad administrativa, y por razones excepcionales, han abierto la ventanilla electrónica a los propios extranjeros que tengan firma digital, si bien estos son "una minoría", según agrega la entidad.
Otras oficinas permiten también a sus representantes, como abogados o gestores, con firma digital, hacer los trámites; pero otras muchas no se atreven a saltarse dos disposiciones de la Ley "que obligan a la presentación personal y en la oficina".
En este contexto, el portavoz de la Asociación, Francisco Solans, ha afirmado que esta situación crea una "sensación de generalizado descontrol" y, sobre todo, de limitación de acceso a derechos fundamentales de los extranjeros.
Según esta entidad, este escenario es una oportunidad para "dictar las instrucciones precisas para que, de forma generalizada y en todas las oficinas, se permita la presentación telemática de todos los trámites en extranjería, tanto directamente como a través de representante acreditado".
Durante la crisis del COVID-19, el Gobierno anunció recientemente que ha habilitado que el número de teléfono 060 para servicios relacionados con los trámites de extranjería, entre otros. Para esta asociación, el cierre de oficinas públicas donde iniciar trámites "ha tenido una trascendencia especial en el ámbito de la extranjería, debido a la artificial naturaleza de derecho administrativo especial a que está sometida".
A su juicio, "el progresivo endurecimiento" de las leyes de extranjería consagrado en 2009 ha hecho que el derecho de extranjería "fuera un derecho de excepción respecto al resto de la Administración".
Así, "mientras se avanzaba en el principio de confianza en el ciudadano, en ventanilla única y la administración electrónica", en extranjería "se introdujo la necesidad de presentación personal e intransferible y sólo en los registros de los órganos encargados de resolver".
En este contexto, la asociación afirma que "el caos y las colas kilométricas" que esto generó terminó en el establecimiento de citas previas "que pronto se revelaron con demoras que se contaban por meses y abusos administrativos varios". Por ejemplo, cita el colapso de las citas previas en Madrid para poder solicitar asilo.