MADRID, 7 (CHANCE)

Irina Shayk ha aprovechado su paso por Verona, Italia, para abrir su corazón al diario Corriere della Sera. En una de las pocas entrevistas más íntimas de la top, la rusa descubre ciertos aspectos de su vida hasta ahora desconocidos.

La modelo explica que desde que salió el caso de Harvey Weinstein siente que las mujeres "casi tenemos miedo a sentirnos sexis", y es que para ella ser sexy es algo que está en el interior, algo que va más allá de un "push up o un labial".

En una nueva situación sentimental, tras separarse hace unos meses del padre de su hija, el actor Bradley Cooper, Irina afirma que las dos situaciones más difíciles que ha vivido han sido pérdidas de seres queridos: "Los momentos más difíciles de mi vida han sido dos pérdidas: la de mi padre, cuando tenía 14 años, y la de mi abuela. Todavía no llego a creer que se hayan ido pero son parte de mi vida, esto me ha llevado a ser aquello que soy".

IRINA SHAYK: "CUANDO ERA ADOLESCFENTE LOS CHICOS SIEMPRE SE BURLABAN DE MÍ"

Una mujer fuerte que nunca pensó en dedicarse al mundo de la moda pues su intención era seguir los pasos de su madre como profesora de música: "Ser modelo no era mi sueño pero la vida me dio esta oportunidad". Una oportunidad que apareció después de una adolescencia marcada por ser 'diferente': "Cuando era adolescente los chicos siempre se burlaban de mí. La vida está llena de etapas y es una cosa bonita porque podemos conocernos, aprender y mejorar. Cuando caes, te levantas y continuas caminando como hacen los niños".

Y ahora que es madre, Irina tiene muy claro cuál es el consejo que le da a su hija Lea De Seine: "Hay que sentirse bien en nuestra propia piel, ser una misma, seguir nuestros sueños y no aceptar nunca un no por respuesta". Una seguridad que ella ha aprendido con los años, pues como explica al medio italiano "no me levanto por las mañanas pensando 'soy guapísima'" sino que hace balance: "Es mejor ser bello por dentro que por fuera, esa es la verdad de la vida".

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