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La activista hondureña Berta CáceresGOLDMAN ENVIROMENTAL PRIZE - Archivo

MADRID, 2 (EUROPA PRESS)

La hija de la activista hondureña Berta Cáceres, que fue asesinada hace tres años por su lucha en defensa del medio ambiente, ha confiado en que la sentencia, que se conocerá este lunes, además de condenar a los autores materiales, señale a los autores intelectuales.

"Esta sentencia no solamente juzga a estas siete personas, sino que abre la puerta hacia otras responsabilidades dentro de la empresa (DESA)", a la que Cáceres había denunciado antes de morir por el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, ha dicho su hija, Berta Zúñiga, en declaraciones a la agencia de noticias Sputnik.

Un tribunal de Honduras condenó el año pasado a siete de los ocho acusados del asesinato de Cáceres, entre ellos un ejecutivo de Desarrollos Energéticos S.A. (DESA), un militar en activo y otro retirado. Sin embargo, todavía queda conocer el fallo escrito con las penas concretas, que se conocerá este 2 de diciembre.

Zúñiga se ha mostrado segura de que "hubo una orden de la empresa hacia esas personas, que simplemente fueron peones o personas contratadas". "Berta Cáceres fue asesinada por su lucha", ha aseverado.

A este respecto, ha recordado que hay otra causa abierta contra los presuntos autores intelectuales que alcanza al ex presidente ejecutivo de DESA David Castillo, actualmente en prisión preventiva.

Preguntada sobre este año de espera, ha considerado que "retrasar todo el proceso y dilatarlo ha sido la estrategia del Estado para quitarle presión a la causa por la justicia", entre otras "irregularidades" tales como "la no aceptación de pruebas".

"Este camino no ha terminado aquí", ha avisado Zúñiga, que ha ratificado su intención de dar batalla judicial hasta "la captura de los máximos responsables". "Hay una gran deuda con la justicia verdadera", ha lamentado.

Así, ha instado al Estado hondureño a "no cerrar el caso solo por dar algún tipo de resultado, después de casi cuatro años de estar exigiendo que a alguien se le adjudiquen responsabilidades, a una persona o a una estructura criminal por este hecho tan trágico".

Cáceres, que lideraba la oposición a la construcción de una presa hidroeléctrica en territorio indígena, fue asesinada a tiros en su propia casa el 2 de marzo de 2016. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había pedido al Estado hondureño medidas cautelares de protección para su vida.

La maestra de 43 años, ganadora del premio Goldman, el máximo galardón en materia medioambiental, pasó a engrosar así la larga lista de activistas asesinados en Honduras, escenario habitual de movilizaciones indígenas y campesinas en defensa de sus tierras frente a macroproyectos.

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