MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

La Fundación Cotec para la Innovación ha advertido de que los niveles de inversión en I+D en España continúan "muy alejados" de lo que correspondería al país por su "potencial económico", pese a los incrementos en los últimos años.

Así lo asegura la entidad en su tradicional Informe anual, que este año recoge la evolución de los principales datos de la I+D y la innovación en España durante la segunda década del siglo XXI, y que se ha presentado de manera telemática como consecuencia de la pandemia, en un acto que se ha podido seguir por streaming y al que han acudido los Reyes; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; además de la presidenta de la Fundación Cotec, Cristina Garmendia.

En su Informe, la entidad destaca que la inversión española en I+D ha recuperado, una década después, los niveles previos a la crisis económica de 2008. Así, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), España invirtió 14.946 millones de euros en 2018, una cifra similar a la de 2008 (14.701), siendo 2018 el cuarto año consecutivo en ver aumentada la inversión. Pero pese a los incrementos de los últimos cuatro años, el crecimiento acumulado en la inversión pública en España entre 2010 y 2018 es del -9,8%, cuando en Europa ha sido de +10,5%.

Los aumentos de inversión en los últimos cuatro años se han reflejado en el incremento de su peso en la estructura productiva, alcanzando el 1,24% del PIB en 2018. Sin embargo, esta cifra es "muy inferior" a la del 1,40% que se alcanzó en 2010, valor máximo logrado en lo que va de siglo. En este sentido, "ni el sector público ni el privado han alcanzado los niveles de esfuerzo en I+D que consiguieron en la primera década del siglo", lamenta la Fundación.

No obstante, para la Fundación es "reseñable" el ritmo de incremento de la inversión de las empresas iniciado en 2015 (con una tasa de crecimiento del 9,3%, frente al 8,4% de 2017), porque ha impulsado la recuperación de la actividad de I+D pese a tener "uno de los niveles más bajos de apoyo público" de los países del entorno.

De hecho, las empresas han aumentado en 2018 su inversión en I+D por cuarto año consecutivo, alcanzando un máximo histórico (hasta los 8.445 millones de euros), y además lo han hecho con mayor intensidad, un 9,3% de incremento, frente al 3% y 8,4% de 2016 y 2017, respectivamente.

Sin embargo, las empresas españolas no reducen la brecha con el promedio europeo, que sigue ensanchándose en términos de esfuerzo, pues la inversión en I+D de las empresas españolas en 2018 equivalía al 0,70% del PIB, tres centésimas más que el año anterior, pero todavía por debajo del 0,73% de 2008, cuando la brecha con el promedio empresarial europeo llegó a su mínimo (entonces con el 1,16% en inversión empresarial en I+D como porcentaje del PIB).

Por su parte, la contribución del sector público a la recuperación es "testimonial", según la entidad, registrando crecimientos por debajo del PIB. "Los tímidos incrementos en inversión en I+D de los últimos dos años, siempre por debajo del PIB, llevan a la investigación pública a una paulatina y continua pérdida de peso en la estructura productiva", resume.

TASA DE EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA

A esto se suma el "bajo grado de ejecución" conseguido de las partidas destinadas a la I+D+i.

La tasa de ejecución inicia una tendencia descendente a partir de 2007, que se va intensificando en el tiempo, pasando de registrar valores superiores al 90% hasta alcanzar uno de los valores más bajos de la serie histórica del 51,3% en 2019, año en que se presupuestaron 7.070millones de euros para la Política 46. Y, un año más, las cifras consignadas en el presupuesto contrastaron de manera rotunda con respecto al gasto realmente ejecutado, que fue de 3.630 millones de euros (353 millones más que en 2018).

Esta cifra mejora la de los cuatro ejercicios anteriores, pero sigue presentando unos niveles de inversión efectivamente ejecutada similares a los del principio de la serie histórica, previos al despegue de la inversión pública en I+D en España.

En 2019, el 90,2% del presupuesto para I+D+i no ejecutado se concentró en el gasto financiero (créditos y préstamos), pese a que la tasa de ejecución en este apartado experimentó la segunda mejoría en 12 años.

"Este pésimo dato ha coincidido con una apuesta creciente de los sucesivos gobiernos por el gasto financiero en detrimento del gasto no financiero, como viene advirtiendo Cotec hace años", indica.

EMPLEO

Según el Informe, el sector público tampoco ha recuperado los niveles de empleo en I+D previos a la crisis: en 2018 realizaban actividades de I+D en España un total de 225.696 personas, de las cuales 140.120 eran investigadores (9.952 personas y 6.907 investigadores más que en 2017, unos incrementos muy parecidos a los de ese año respecto al anterior).

Pero, mientras en 2017 casi siete de cada diez nuevos puestos de investigadores se crearon en el sector público, en 2018 solo fueron 3 de cada 10. No obstante, si el sector público todavía no ha recuperado los investigadores que tenía en 2009, el sector empresarial, que superó esa cifra en 2016, tiene en 2018 casi un 18% más. Aun así, los investigadores públicos seguían siendo mayoría en España en 2018, con el 61% del total, cuando en el promedio de los 28 de la UE no llegaban al 47%.

En cualquier caso, España, con un 0,73% de ocupados dedicados a la investigación, está por debajo del promedio europeo, del 0,93%, y también por debajo de varios países con un potencial económico inferior. La brecha se debe al sector empresarial, cuyos investigadores solo suponen el 0,29% del empleo total, cuando el promedio en la UE es el 0,50%. En cambio, los investigadores del sector público español son 0,45%, ligeramente por encima del promedio europeo de 0,43% investigadores públicos por ocupado.

En la presentación del informe, Cristina Garmendia ha advertido de las consecuencias de la pandemia en el sistema de I+D+i español: "El sistema de innovación se verá afectado, en las capacidades, en la distribución y en las prioridades, y es ahí donde tendremos que trabajar, seguir muy de cerca, repensar y reforzar el papel que tiene la I+D+i". "De ninguna crisis se puede salir sin una apuesta reforzada por el conocimiento, y esto espero que sea uno de los grandes mensajes", ha señalado.

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