Asegura que se ha demostrado que las normativas generales de Hacienda son "tóxicas" para el sistema español de I+D+i
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Fundación Alternativas pide cambiar el proceso de elección y selección en los órganos directivos de las universidades, desde los rectores a los directores de departamento, pasando por los de facultades y escuelas, así como los directores de los centros de investigación, para que así sean "líderes del avance científico" y no "gestores de suministros y personal de apoyo".
Esta es una de las propuestas que la entidad recoge en su II Informe de Ciencia y Tecnología, en la que también pide dotar a los centros e instituciones de investigación de una mayor responsabilidad con autonomía de gestión, en especial en equipos y reclutamiento de personal, para los que pone de ejemplo al GUNEs en el País Vasco, al IRB y CRG en Cataluña, o del CNIC y el CNIO.
Asimismo, insta a "corregir el predomino de la burocracia", que para la Fundación "perturba tanto la docencia como la investigación en las universidades y centros de investigación". En este sentido, critica la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, que ha hecho un "daño enorme" al sistema de I+D+i y fue esgrimida por "funcionarios cortos de vista".
La entidad también apuesta por combatir la endogamia, al entenderla "como uno de los problemas que dificulta el desarrollo de un sistema eficiente de desarrollo científico y de innovación".
En este sentido, recuerda que, según la última estadística de personal docente e investigador en las universidades públicas españolas, elaborada por el Ministerio de Educación correspondiente al curso 2017-2018, un 74,3% del cuerpo docente de plantilla fija de la universidad pública española ha obtenido su tesis en el mismo centro donde trabaja. Y el 69% de los investigadores no realizó estancias postdoctorales fuera del centro donde obtuvo el doctorado.
En su informe también aboga por facilitar la puesta en marcha de institutos y/o departamentos que respondan a los retos actuales de la sociedad globalizada impulsados por las interacciones entre las ciencias predominantes (matemáticas, física, química y biología) y las aplicaciones de las tecnologías convergentes (nano, bio, info y cogno), lo que conlleva al cierre de otros, "obsoletos".
Asimismo, exige la modificación de la gobernanza del sistema implicando a los investigadores, que actualmente se encuentran "desmotivados", y frente al número "alarmante" de profesores que no investigan. A juicio de la entidad, el rendimiento científico debe hacerse en base a criterios cualitativos más que cuantitativos, es decir, "encontrar un equilibrio entre un cálculo numérico y la calidad y repercusión de los trabajos", como ya se hace en otras instituciones. "Hay que plantear un cambio de paradigma en la evaluación de la actividad científica", reseña.
BUENOS Y MALOS EJEMPLOS
El informe también pone ejemplos a seguir en cuanto a poca burocracia y bajos niveles de endogamia: Los programas ICREA catalán y el Ikerbasque vasco. Según Fundación Alternativas, ambos programas han demostrado tener resultados muy positivos, aunque lamenta que tienen un alcance "limitado", pues hay tan solo 254 investigadores ICREA y 149 investigadores senior Ikerbasque.
Otra iniciativa ha surgido desde la vertiente académica. Los departamentos de Economía de las Universidades Carlos III de Madrid, la Pompeu Fabra, la Autonóma de Barcelona y la Universidad de Alicante, han adoptado un modelo de contratación "tenure-track" similar al que se usa en otros países.
Tales experiencias han demostrado, para Fundación Alternativas, "que se puede cambiar el modelo de contratación y la cultura académica en España por medio de cambios estructurales" y que "la apertura de ideas es muy beneficiosa porque mejora los indicadores asociados a la actividad científica".
Algunos de estos departamentos de Economía figuran entre los 80 mejores del ranking de Shanghái, muy por encima de la posición de las universidades españolas, ninguna de las cuales aparece entre los 200 primeros puestos. Es decir, "las universidades españolas no tienen ninguna incapacidad de origen genético para llegar a estar entre las mejor consideradas del mundo. Es más bien un problema de nuestra estructura y funcionamiento ineficientes", considera la Fundación.
Por otro lado, la entidad alaba el Programa Ramón y Cajal como primer intento de establecer un pseudo "tenure-track" a nivel nacional, pues facilitaba la inserción de investigadores seleccionados por comités externos ofreciendo, al cabo de cinco años de prueba y en caso de haber superado dos evaluaciones, la posibilidad de estabilización laboral mediante la convocatoria de una plaza con el perfil del investigador.
Sin embargo, "el programa fracasó escandalosamente" porque, según la Fundación, en muchos casos la oferta de empleo público establecida por los Ministerios de Administraciones Públicas y Hacienda, no por los responsables de Ciencia, no respondió a los compromisos establecidos en el programa, dando lugar a la pérdida de un "valioso" capital humano.
En este sentido, exige a la Administración General del Estado aceptar "de una vez por todas" las peculiaridades del sistema de I+D+i, para lo que "no hay que inventar nada". "Las normativas generales de los ministerios de Hacienda y Administraciones Públicas se han demostrado tóxicas en estos últimos años para el sistema español de ciencia e innovación", añade.
MÁS FINANCIACIÓN
Con respecto a financiación, la entidad aboga por aumentar el nivel de gasto público en I+D para alcanzar el nivel de los sistemas de ciencia occidentales (en un 3% aproximadamente).
Y "llevar a cabo un plan de choque de salvamento del sistema español", que comience a sacarlo de su situación de postración, pues solo puede gastar de forma eficiente un 0,4% del PIB en toda una Legislatura.
"Existen costes evaluados de cuánto supondría la incorporación de un número importante de investigadores y tecnólogos, entre 1.000 y 1.500 con sus correspondientes infraestructuras y soporte presupuestario, en el periodo de una legislatura (tres-cuatro años)", concluye.