Precisan que el teletrabajo no es atender "tareas domésticas y de paso trabajar", sino desarrollar la prestación laboral desde casa
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Difentes expertos en conciliación han insistido en las ventajas del teletrabajo después de que esta medida se esté implantando entre las empresas como medida para frenar la expansión del coronavirus en España. En cualquier caso, como afirma el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), José Luis Casero, el 75% de empleados quiere teletrabajar y no puede.
En declaraciones a Europa Press, Casero ha afirmado que "es el momento de afrontar con calma este modelo de organización de trabajo que puede mejorar tanto la productividad como la conciliación de empresas y personas".
En este punto, ha señalado que ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles lleva más de 15 años proponiendo medidas para la racionalización del tiempo en su globalidad y, especialmente, en el ámbito laboral. Entre las medidas que ha defendido se encuentran la flexibilidad horaria y el teletrabajo como modelo de organización ante el desarrollo tecnológico y la movilidad en las grandes ciudades.
Por ello, ha difundido una serie de pautas a tener en cuenta en la implantación de este modelo ya que, como afirman, el teletrabajo "es una de las medidas y posibilidades para favorecer la conciliación entre la vida laboral, personal y familiar" y confían en que "cuando la crisis sanitaria sea superada, no se olviden las grandes ventajas que implica para las empresas y las personas".
En cualquier caso, argumentan que aplicar los extremos (no al teletrabajo o 100% teletrabajo) es perjudicial por lo que ARHOE defiende "modelos mixtos y según el sector productivo". En el caso de las grandes ciudades añaden que supone "un ahorro de tiempo, costes y esfuerzo considerables al evitarse largos desplazamientos hasta el centro de trabajo, lo que tiene un impacto sobre el medio ambiente positivo".
Para la empresa, ARHOE destaca que supone "un beneficio siempre y cuando el trabajador cumpla con los objetivos marcados, ya que el teletrabajo no es atender unas tareas domésticas y de paso trabajar, sino realmente desarrollar la prestación laboral desde el domicilio, pero con la misma intensidad y productividad que si se estuviese en una oficina".
Sin embargo, ARHOE reconoce que no todo puesto de trabajo asociado a una persona permite el teletrabajo, en alusión al comercio minorista, restauración, ocio, logística o industria, por lo que parece "más compleja su aplicación de momento". En este punto, lamentan que casi un 75% de las personas trabajadoras en España quiere teletrabajar, pero no les dejan.
Sobre los porcentajes de personas que practican teletrabajo en España, Eurostat recoge que un 3% lo practica habitualmente, un 4% a veces y el 93% nunca. Los países europeos más avanzados en teletrabajo, también según Eurostat, son Suecia, Islandia y Países Bajos.
En España, ARHOE afirma que entre un 14% y un 20% de empresas españolas tienen previsto implementar programas de teletrabajo aunque solo un 4% de los convenios colectivos en España "contemplan la posibilidad (que no realidad) de implementar el teletrabajo" y subrayan "no es lo mismo hacerlo de forma ocasional que como modelo organizativo estructurado y pactado entre empresa y trabajadores".
APOSTAR POR EL TELETRABAJO PASADA LA ALERTA SANITARIA
En cualquier caso, piden que el teletrabajo se instaure pasada la alerta sanitaria y destacan que "las empresas que han implementado teletrabajo de forma regular, estructura y no a base de impulsos, incrementa su productividad entre un 20 y 25%", aunque alertan de que el teletrabajo "puede convertirse en un arma de doble filo si no está regulado de forma pactada".
Por todo ello, ARHOE enumera una serie de beneficios que aporta el teletrabajo mixto como favorecer la conciliación, el desarrollo sostenible, la integración de personas con discapacidad, trabajadores con mayor edad, reducción de costes para la organización y aumento de la productividad, prevención del absentismo laboral, movilidad de víctimas de violencia de género, prevención de los accidentes 'in itinere', racionalización de horario (ahorro de tiempo), prevención de la violencia en el trabajo, además de favorecer la autonomía, independencia y motivación, entre otros asuntos.
Por otro lado, señalan que en el teletrabajo también se deben cumplir las previsiones de la legislación de prevención de riesgos laborales y reiteran que el teletrabajo "sea meditado, pensado y estructurado por profesionales que puedan dar respuesta a las dudas y metodologías ante esta nueva forma de prestación laboral", además de apelar a la comunicación interna "cuando se implanten en algunas unidades y en otras no, para no generar una sensación de diferente trato a los trabajadores".
Otro aspecto relacionado con el teletrabajo pasa por no alargar la jornada más de lo necesario y ve clave "educar" a los clientes y superiores y hacerles ver que a partir de cierta hora no se les puede atender, salvo de forma muy excepcional si hay algún asunto que hay que abordar de manera urgente.
En este sentido, ARHOE aboga por modelos como el de las 4 'D': descanso, dedicación, disponibilidad y desenganche, y aboga por un teletrabajo mixto y un smart working responsable, es decir, no generar jornadas de dedicación y disponibilidad de más de nueve horas.
"Somos personas y no máquinas, tenemos que descansar y, por supuesto, ser libres para tener ocio personal. La curva de productividad y eficiencia disminuye con el paso de las horas y los profesionales lo que tenemos que cumplir es precisamente con esos objetivos", afirman.
Así, concluyen que un uso inteligente del tiempo es fundamental y reiteran que, ante situaciones de crisis sanitaria, el teletrabajo puede ser un medio de respuesta para que la normalidad empresarial y laboral siga su curso. "Ante situaciones de normalidad, un teletrabajo bien planteado y desarrollado es un modelo de productividad y conciliación para todos", apostillan.
RETO DE CONCILIACIÓN
Por su parte, la directora de CVA, Marisa Cruzado, ha asegurado a Europa Press que "el cierre de los centros escolares supone un reto de conciliación para la empresas" ya que "la situación de emergencia y la necesidad de controlar el contagio del coronavirus hace necesario tomar medidas extraordinarias que contribuyan a facilitar el control de la pandemia con el menor efecto social y económico".
"En este sentido, las empresas que cuentan con modelos de gestión flexible, juegan con ventaja. No sólo por la posibilidad de teletrabajar sino por el hábito de trabajar en equipo, por objetivos y a distancia", apostilla
Respecto a las empresas que tienen que mejorar su flexibilidad "a la fuerza", Cruzado aconseja hacer uso de la tecnología y trabajar desde casa cuando la actividad lo permite, "una de las mejores opciones para que los empleados con hijos puedan atenderlos sin abandonar sus responsabilidades laborales".
Asimismo, puesto que la medida se puede prolongar durante varias semanas, ve aconsejable "ampliar el número de empleados que pueden teletrabajar, ampliar el número de días que se puede teletrabajar, repasar los objetivos de los empleados que van a teletrabajar yestablecer video-reuniones de seguimiento a primera hora de la mañana, mientras los niños duermen".
También pide tener en cuenta a los dependientes y que las empresas apliquen los mismos protocolos que tienen para los empleados con hijos menores a aquellos que tienen mayores dependientes; implantar horario intensivo y flexibilizar el horario de entrada y de salida.