Confirma por primera vez con tanto detalle que la variación entre individuos afecta a la elección del ambiente
SEVILLA, 20 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigación de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, liderado por Pim Edelaar, del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica, ha llevado a cabo un estudio experimental que demuestra que los saltamontes son "perfectamente conscientes" de su propia coloración para elegir el lugar donde estar mejor camuflados.
Las conclusiones de la investigación, publicadas en la revista 'Proceedings of the Royal Society B', evidencian cómo los organismos son capaces de ajustar su ambiente, cada uno según su necesidad. "Se suele decir que para sobrevivir y reproducirse, los organismos tienen que adaptarse a sus ambientes. Sin embargo, también es posible que sea el organismo el que 'adapte' el ambiente a sí mismo", ha explica Pim Edelaar, en un comunicado en el que también destaca cómo el estudio demuestra que el resto de organismos tienen esta capacidad de ajustar su ambiente.
La investigación --bajo el título 'Experimental evidence that matching habitat choice drives local adaptation in a wild population'-- se centra en los saltamontes, conocidos por su alto grado de camuflaje, colores y formas que los pueden hacer casi imposibles de detectar. "Una explicación para entender esta observación podría ser la selección natural, por la que los individuos peor camuflados serían detectados y comidos por los depredadores. Este estudio demuestra que el individuo puede tener un papel determinante para esquivar la acción implacable de la selección natural", ha argumentado el investigador.
"Hemos estudiado una población de saltamontes que se está adaptando a vivir en una urbanización abandonada, donde hay calles pavimentadas de colores muy diferentes. Hemos podido comprobar que son conscientes de su propio color porque eligen el tipo de sustrato más parecido a ellos mismos, camuflándose así mejor", ha explicado el primer autor de la publicación, Carlos Camacho.
Para comprobar esta tesis, los investigadores cambiaron el color de los saltamontes con pintura de acuarela --algo que no les afecta en más que su color--, y con ello confirmaron que modificaban después su uso de sustrato: individuos pintados de color oscuro se movieron hacia el asfalto oscuro, e individuos pintados de color claro se trasladaron hacia las aceras de losa blanca. "Probablemente, el saltamontes es capaz de comparar el color de su cuerpo con el sustrato, y de elegir posteriormente el que menos contrasta", ha afirmado Adrián Baños, otro de los investigadores que han participado en el estudio.
Es la primera vez que se demuestra "con tanto detalle" que la variación entre individuos afecta a su elección del ambiente. "Es lógico que esto pase, pero no es nada fácil demostrarlo", ha recordado Alberto Sanabria, cuyo Trabajo Fin de Máster fue la base del artículo. "Cuando estuve siguiendo a los saltamontes bajo los 40 ºC del verano sevillano no sabía qué íbamos encontrar, pero sin duda ha merecido la pena el esfuerzo y el sudor, literalmente", ha añadido.
Por último, los investigadores han señalado que tradicionalmente la variación entre individuos es ignorada en los estudios en Biología, pero que con trabajos como éste puede demostrarse su relevancia. "Es muy fácil ignorar las diferencias entre individuos y pensar en el promedio, pero ocurre exactamente igual que en nuestra sociedad: nadie es igual a otro y la variación entre individuos no se debe pasar por alto", ha destacado Edelaar.