ROMA, 20 (EUROPA PRESS)
El Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Giacomo Morandi, ha precisado que el reciente estudio de la Pontificia Comisión Bíblica '¿Qué es el hombre? Un itinerario de antropología bíblica' "no se abre a las uniones homosexuales", si bien ha admitido que algunos argumentan ideológicamente sobre este tema, aunque finalmente ha precisado que en la Biblia "no hay ejemplos de 'unión' legalmente reconocida entre personas del mismo sexo".
"No existe ninguna apertura a las uniones entre personas del mismo sexo, como algunos han afirmado erróneamente", ha sentenciado Morandi en una entrevista con el medio de comunicación del Vaticano, Vatican News.
Así, ha reiterado que, aunque a veces se argumenta que la Biblia dice "poco o nada sobre este tipo de relaciones" concluyendo que por lo tanto ya no deberían considerarse "ilícitas desde el punto de vista moral", en realidad, se trata de una aproximación "ideológica y parcial a la antropología".
Desde este punto de vista, ha recordado que la Biblia deja claro que la "institución del matrimonio, constituida por la relación estable entre marido y mujer, se presenta constantemente como evidente y normativa en toda la tradición bíblica". "No hay ejemplos de 'unión' legalmente reconocida entre personas del mismo sexo", remarca.
En el documento de la Comisión Bíblica se especifica que: "Algunos dicen que una nueva y más adecuada comprensión de la persona humana impondría una reserva radical sobre el valor exclusivo de la unión heterosexual, a favor de una aceptación análoga de la homosexualidad y las uniones homosexuales como una expresión legítima y digna del ser humano".
Sobre la declaración en el estudio bíblico sobre la posibilidad de que los cónyuges se separen, a pesar de que esta es la posición tradicional de la Iglesia, Morandi ha aclarado que la enseñanza de la Iglesia, con el Código de Derecho Canónico, "ya concede a los cónyuges válidamente unidos por el sacramento del matrimonio el derecho a separarse en ciertos casos particulares".
Sin embargo, ha dejado claro que este hecho no ha significado "nunca" ninguna "legitimación del divorcio, entre otras cosas porque un sacramento del matrimonio válidamente contraído permanece así y nunca puede ser anulado por ningún otro acto". Y precisa que el documento de la Comisión Bíblica no se "abre" al divorcio.
Así, ha dicho que es diferente la hipótesis en la que el matrimonio se reconoce como "nulo" desde el principio: este es el caso de los procedimientos para la declaración de nulidad del matrimonio.
Sin embargo, ha apuntado que a veces hay situaciones en las que la convivencia entre los cónyuges se hace prácticamente imposible por diversas razones. "Es precisamente en estos casos que la Iglesia admite la separación física de los cónyuges y el fin de la cohabitación", ha comentado. Y ha argumentado, no obstante, que los cónyuges que están válidamente unidos por el sacramento del matrimonio "no dejan de ser marido y mujer ante Dios y, por lo tanto, no son libres de contraer una nueva unión".