La protectora 'El Refugio', que se ha personado como acusación, reclama un endurecimiento de las penas
LUGO, 4 (EUROPA PRESS)
El supuesto autor de los disparos a una perra en Chantada (Lugo) --que falleció este martes ante la gravedad de las heridas-- ha admitido los hechos ante la Guardia Civil, según afirma, en un comunicado, la protectora 'El Refugio', con sede en Madrid, y que se ha personado como acusación en la causa abierta en un juzgado de Chantada.
En concreto, explica que, de acuerdo con el atestado de la Guardia Civil, sobre las 12,15 horas del día 30 de noviembre, una patrulla acudió a la carretera nacional 540, en ese municipio lucense, tras recibir un aviso. A su llegada, identificó al supuesto autor de los hechos, "un vecino de la localidad" y dos testigos de lo sucedido ese día.
Además, señala que el hombre "admite en presencia de los agentes que disparó con una escopeta al animal ya que apareció hace unos quince días en la zona y que, además, en un cobertizo cercano de su propiedad se encontraba una camada de cachorros".
En base a lo recogido en estas diligencias, sostiene que la Guardia Civil intervino al hombre "una escopeta marca Benelli del maletero de su coche", al tiempo que se le trasladó que sería investigado como supuesto autor de un delito de maltrato a los animales.
Sobre los testigos de los hechos, señala que declararon a la Guardia Civil que el hombre les dijo "'soy cazador' y 'el perro está abandonado' como justificación para haber efectuado el disparo".
La protectora apunta también que, de acuerdo con el informe veterinario, el animal se encontraba postrado, pero consciente y con graves heridas en los miembros torácicos. Debido a la gravedad de las lesiones se trasladó a la perra a un hospital veterinario de Lugo, donde falleció.
ENDURECIMIENTO DE LAS PENAS
Ante lo sucedido, en un comunicado, esta protectora afirma que van a poner "todo su esfuerzo" para que el supuesto autor de los hechos "no quede impune y sea condenado por un delito de maltrato a los animales".
Con todo, recuerdan que las penas pueden llegar como máximo hasta los 18 meses de cárcel, una condena de la que afirman, "se queda corta" por lo que reclaman que hechos así sean castigados "con mayor dureza".
"Es inadmisible que cualquier individuo de los miles que hay en España con una escopeta colgada al hombro, se sienta con derecho para poder pegarle un tiro a lo primero que le venga en gana, sea animal o persona", recalca. Por ello, reclama que el Código Penal incluya un endurecimiento de las penas para estos casos.