MADRID, 31 (CHANCE)
En mitad de la desescalada por fases respecto al COVID-19 es cuando más cuidado hay que tener para evitar la propagación del virus, por lo que es muy importante cumplir con el protocolo establecido. Algo que precisamente no ha hecho el príncipe Joaquín de Bélgica, que se ha convertido en el centro de la polémica.
El hijo de la princesa Astrid, de 28 años de edad, viajó hasta nuestro país el 24 de mayo tras haber cumplido cuarentena en Bélgica, y de Madrid cogió un AVE hasta Andalucía, reuniéndose con su novia, Victoria Ortiz, en Córdoba.
Una vez juntos los dos acudieron a una celebración con amigos y familiares en la que había 27 personas, superando así el aforo establecido y saltándose las normas del desconfinamiento. Ahora tal y como han confirmado desde palacio, el príncipe ha dado positivo en COVID-19.
La subdelegación del Gobierno de Andalucía ha iniciado una investigación tras conocer tanto lo ocurrido como el positivo, por lo que todos los asistentes tendrán que permanecer en cuarentena hasta que se conozca sus estados de salud. Además recibirán sus sanciones pertinentes.