ROMA, 12 (EUROPA PRESS)

El Papa ha hecho referencia a las medidas de contención extremas adoptadas por el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, que incluyen el cierre total de todas las actividades comerciales salvo farmacias y puntos de venta de alimentos de primera necesidad, así como servicios bancarios o gasolineras, al pedir a los fieles que no se olviden de los niños que sufren hambre, ni de los pobres o los refugiados.

"En Lampedusa, cuando fui por primera vez, me llegó esta palabra: la globalización de la indiferencia. Tal vez hoy y aquí en Roma estemos más preocupados porque 'las tiendas están cerradas, tengo que ir a comprar eso, y parece que no puedo ir a pasear todos los días, y parece que': estamos preocupados por mis cosas. Pero olvidamos a los niños hambrientos, olvidamos a esos pobres en las fronteras de los países, en busca de libertad, a esos migrantes forzados que huyen del hambre y de la guerra y sólo encuentran un muro de hierro, un muro de cable espinado de metal, un muro que no les deja pasar", ha señalado el pontífice.

Francisco ha hecho estas declaraciones durante la misa que ha celebrado este martes de forma privada en la capilla de su residencia Casa Santa Marta y que ha sido retransmitida en directo en la página del portal del Vaticano ya que ningún fiel puede asistir para evitar el avance del contagio del coronavirus.

Asimismo, el Papa ha pedido oraciones por las "autoridades", pues, argumentó, "tantas veces, ellos deben decidir sobre medidas que no gustan al pueblo, pero es por nuestro bien".

En este sentido, el Obispo de Roma ha pedido oraciones por los líderes para que sean responsables de tomar decisiones para que no se sientan solos e incomprendidos. "Recemos por nuestros gobernantes que deben tomar las decisiones y para que se sientan acompañados por la oración del pueblo", ha pedido en la cuarta celebración eucarística que ha sido retransmitida en directo en la que el Papa también ha pedido por los enfermos de coronavirus y sus familias.

Asimismo, ha hecho hincapié en el peligro de ser indiferentes ante el dolor de los pobres. Y ha añadido: "Sabemos que existe esto, pero al corazón no llega. Nosotros vivimos en la indiferencia: la indiferencia es este drama de estar bien informados, pero no sentir la realidad de los demás. Esto es el abismo: el abismo de la indiferencia".

Y ha concluido: "Pidamos hoy al Señor la gracia de no caer en la indiferencia, la gracia de que toda la información de los dolores humanos que tenemos, baje a nuestros corazones y nos mueva a hacer algo por los demás", concluyó".

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