ROMA, 17 (EUROPA PRESS)
El Papa ha aconsejado a los niños que no han podido recibir la Primera Comunión por la pandemia que sean "más buenos" y serviciales con los demás durante la espera al tiempo que ha celebrado la reanudación en algunos países de las misas como "un regalo para toda la sociedad".
"Comparto la alegría de las comunidades que finalmente pueden encontrarse como una asamblea litúrgica: es un signo de esperanza y un regalo para toda la sociedad", ha dicho el pontífice desde la Biblioteca del Palacio Apostólico durante el rezo del Regina Coeli de este domingo.
Así, el obispo de Roma ha mostrado su alegría por el hecho de que las celebraciones con fieles se puedan ir retomando a medida que se ponen en marcha los planes de desescalada en los distintos países.
Por otro lado, Francisco ha dedicado su catequesis al vínculo que existe entre los mandamientos y el amor a Jesús: "Los mandamientos no nos son dados como una especie de espejo en el que ver reflejados nuestras miserias e inconsistencias. No, la Palabra de Dios nos es dada como la Palabra de vida, que transforma, que renueva, que no juzga para condenar, sino que cura y tiene como objetivo el perdón. Una palabra que es ligera en nuestros pasos. ¡Y todo esto es obra del Espíritu Santo! Él es el don de Dios, él es Dios mismo, quien nos ayuda a ser personas libres, personas que quieren y saben amar, personas que han entendido que la vida es una misión para anunciar las maravillas que el Señor realiza en aquellos que confían en él".
Por eso ha señalado que se trata del "don del amor de Dios que desciende al corazón del cristiano. Después de que Jesús murió y resucitó, su amor se da a quienes creen en él y se bautizan". "El Espíritu mismo los guía, los ilumina, los fortalece para que cada uno pueda caminar en la vida, también a través de la adversidad y la dificultad, en las alegrías y las penas, permaneciendo en el camino de Jesús. Esto es posible precisamente al mantenerse dócil al Espíritu Santo, de modo que, con Su presencia activa puede no solo consolar sino transformar los corazones, abrirlos a la verdad y al amor", ha agregado.
Por ello, ha dejado claro que el amor de Dios "es gratuito" porque "no pide nada a cambio" . "El Espíritu Santo es el don del amor de Dios, que nos ayuda a ser libres, a amar y a convertir la vida en una misión para anunciar las maravillas que hace el Señor en quienes se fidan de él", ha señalado.
Francisco ha recordado que este lunes es el centenario del nacimiento de Juan Pablo II, lo que le llevará a oficiar una misa sin fieles ante la tumba donde está enterrado en la Basílica de San Pedro, la primera celebración eucaristía desde el inicio de la pandemia para la que el templo se ha preparado con una desinfección de todas sus zonas más concurridos.
"Lo recordamos con tanto afecto y reconocimiento. Desde el Cielo continúa intercediendo por el Pueblo de Dios y la Paz en el mundo", ha recordado el Papa.