ROMA, 21 (EUROPA PRESS)

El Papa ha manifestado que el "dinero divide a la Iglesia" toda vez que ha identificado otras dos amenazas como "la vanidad y las habladurías" al tiempo que ha planteado que, en cambio, "la pobreza es la madre de la comunidad".

"El dinero divide la Iglesia", ha asegurado Francisco. "Muchas veces en la historia de la Iglesia, donde existen divisiones doctrinales, detrás está el problema del dinero", ha añadido durante la misa matutina que ha celebrado en Santa Marta.

Desde la capilla de su residencia dentro del Vaticano, sin fieles como contemplan las disposiciones para reducir los efectos del contagio por Covdi-19, el Papa ha lamentado que la cuestión económica también afecta al día a día de las personas: "¡Cuántas familias se han dividido por una herencia! ¡Cuántas familias no se hablan más por una herencia!", ha declarado mientras ha evidenciado como contraposición que "la pobreza es la madre de la comunidad" porque "es el muro que la cuida".

Durante su alocución, el Papa ha identificado las tres amenazas fundamentales que dividen a la Iglesia: el dinero, la vanidad y las habladurías. "Hay tantas cosas que dividen a una comunidad: sea diocesana, presbiteral, parroquial, de religiosos, religiosas...", ha lamentado.

De este modo, ha reconocido que la vanidad es "el deseo de sentirse mejor que los demás". "A menudo repetimos la oración del fariseo: te agradezco Señor, porque yo no soy como los otros", ha alertado al tiempo que ha añadido que en la sociedad se busca ser "diferentes a través de los hábitos, de la forma de vestir". "¡Cuántas veces la propia celebración de un sacramento es un ejemplo de vanidad! Ir con un vestido mejor que el otro, quién hace la fiesta más grande, la vanidad te lleva a comportarte como un pavo", ha incidido.

Sobre la segunda amenaza para la comunidad eclesial, las habladurías, ha comentado que son "algo que el diablo mete" en la sociedad y genera esa "necesidad de hablar mal de los demás". Y ha especificado: "Decimos que una persona es buena y luego añadimos el 'pero', que es una piedra sobre el otro".

Frente a estas actitudes, el Papa ha planteado que el Espíritu Santo es que el que "siempre" salva a los cristianos de la "fuerza de la mundanidad del dinero, de la vanidad y de la habladuría". "El Espíritu es capaz de hacer milagros, maravillas, grandes cosas que ni siquiera podemos pensar", ha asegurado.

En esta línea ha pedido oraciones para que los cristianos tengan "docilidad" y se transformen las comunidades para que sigan "siempre adelante" para alcanzar la "armonía que Jesús quiere siempre para la comunidad cristiana". Y ha recordado finalmente: "Nuestra docilidad abre la puerta al Espíritu Santo y es Él quien nos hace que nos hace nacer de lo alto. No podemos apropiarnos del Espíritu Santo, solo podemos dejar que él nos transforme".

El Papa ha comenzado esta misa matutina con una plegaria especial por la situación generada por el Covid-19, que ya es habitual y que en esta ocasión ha hecho hincapié en la capacidad de escucha: "En este tiempo hay tanto silencio. Incluso este silencio se puede oír. Este silencio, que es un poco nuevo, nos enseña a crecer en nuestra capacidad de escucha".

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