ÁVILA, 20 (EUROPA PRESS)
El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, ha mostrado su preocupación por la despoblación y la emigración de la provincia de Ávila, y ha señalado el contraste que supone su visita a los pueblos en verano e invierno.
"Cuando visito los pueblos hay gente, pero en invierno se encuentran muchas casas cerradas", ha explicado, en un encuentro con los periodistas, cuando se ha cumplido un año desde su toma de posesión como obispo de la diócesis abulense tras su etapa como portavoz de la Conferencia Episcopal.
La despoblación y la marcha de habitantes de la provincia de Ávila es un tema "preocupante", según ha dicho. "Se nos van los jóvenes" y baja la población, como "vemos a la ahora de las confirmaciones", mientras que la edad media de los sacerdotes es muy elevada y éstos se encuentran "entregados hasta la extenuación", ya que a pesar de su avanzada edad siguen dedicados a las parroquias.
La falta de trabajo y "el desempleo de más de 11.000 personas" en la provincia es otro asunto que preocupa al prelado, según ha dicho, a la vez que ha resaltado la "importancia" de los centros educativos de la Iglesia en Ávila.
"Hay mucha gente dependiendo de la labor educativa de la Iglesia y eso supone una responsabilidad", ya que un millar de personas depende del empleo que generan, y le gustaría que fuera más "si es posible".
En este sentido, ha hablado del proyecto de crear una plataforma que agrupe a todos los centros educativos de la provincia abulense.