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El obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco.DIÓCESIS DE HUELVA - Archivo

HUELVA, 17 (EUROPA PRESS)

La Diócesis de Huelva, ante las medidas tomadas por el Gobierno, tras declarar el estado de alarma, y las orientaciones de la Conferencia Episcopal del pasado día 13 de marzo, considera oportuno y necesario adoptar nuevas disposiciones de urgencia en lo que se refiere a la acción pastoral y la asistencia al ciudadano. Así, destacan que el Obispado cierra al público y se suprime la celebración de funerales en capillas de tanatorios, entre otras.

Según ha informado el Obispado en una nota de prensa, las presentes disposiciones se adoptan desde la voluntad de colaborar con la autoridades de la nación y autonómicas en orden a prevenir y erradicar la epidemia provocada por el coronavirus y ante "la dificultad real que entraña controlar la concentración de personas en actos religiosos o similares".

De este modo, queda suprimida toda celebración pública de la Santa Misa con asistencia de fieles en toda la Diócesis incluidos sábados, domingos y festivos. De acuerdo con las disposiciones del pasado día 13, se recuerda que se ha dispensado de la asistencia a la celebración dominical a todos los fieles en toda la Diócesis.

Igualmente, hacen extensiva a toda la diócesis la supresión de los desfiles procesionales en la próxima Semana Santa y, ante la imposibilidad de garantizar las normas establecidas por la autoridad civil en lo relativo a concentración de personas, queda suprimida la celebración de funerales en las capillas de los tanatorios y en las iglesias. La asistencia religiosa se limitará al rezo de un responso "a pie de nicho" o ante el crematorio.

El Obispado queda cerrado al público mientras dure el estado de alarma. Las urgencias se atenderán por teléfono (959252100 - 661789797) o por correo electrónico dirigido a la Secretaría ([email protected]).

RECOMENDACIONES

Siguiendo la sugerencia de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española, invitan a quienes lo consideren oportuno, según las circunstancias a hacer sonar las campanas de nuestros templos a las 12 de la mañana "para invitar a orar a quienes permanecen en casa y hacer llegar a quienes sirven y trabajan, la ayuda del Señor y de la Virgen y el agradecimiento de la Iglesia", terminando con la oración del Papa Francisco compuesta para esta situación tan dolorosa.

Las medidas tomadas resultarán "sin duda dolorosas para muchos, pero, como cristianos, debemos vivir estos momentos con responsabilidad ciudadana, con la solidaridad fraterna hacia las personas afectadas y con la confianza en el Señor que, en tiempos de prueba, nunca nos deja de su mano, sino que sostiene nuestra esperanza y nos invita a la conversión" (CEE).

Han reiterado su petición a los sacerdotes, miembros de la vida consagrada, movimientos eclesiales, hermandades y cofradías y a todos los fieles, que continúen invocando el auxilio de Dios y se han encomendado "de modo especial a la intercesión y protección" de la Virgen María.

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