ZARAGOZA, 25 (EUROPA PRES)
El arzobispo de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez, ha recordado que todos los obispos españoles son candidatos a presidir la Conferencia Episcopal Española (CEE), que se reunirá en asamblea plenaria del 2 al 6 de marzo en Madrid para elegir a un nuevo presidente, y preguntado por los posibles candidatos ha pedido "dejar también algo para el Espíritu Santo".
En declaraciones a los medios de comunicación, antes de la presentación oficial de la 'Ruta de la Pasión', en el Alma Mater Museum de Zaragoza, ha dicho que el arzobispo de Barcelona, el turolense Juan José Omella, es uno de los candidatos, para resaltar que "en principio todos lo somos, no se hace campaña, ni nadie lleva programa".
Ha agregado que antes de la elección se celebra la misa del Espíritu Santo "para que nos inspire cuál es el mejor para llevar en estos momentos la Conferencia Episcopal" y ha remarcado que quien esté al frente de ella "es un hermano entre los hermanos" ya que "el obispo debe solamente obediencia al Papa, no al presidente de la CEE".
El arzobispo de Zaragoza ha precisado que la función de este cargo es "de coordinación y animación del resto", "no tiene que mandar, tiene que servir y dar colegialidad".
A su entender, la Iglesia ha de desarrollar en estos momentos "su vocación de servicio" y establecer "puentes" con la sociedad civil, económica, política, no sólo con el Gobierno de la nación, "porque la Iglesia es pueblo de Dios que peregrina en medio de la historia y participa, como dice San Agustín, de los consuelos de Dios y también de los temores de los hombres y la historia".
La asamblea plenaria de la CEE también renovará los cargos de vicepresidente, miembros de la Comisión Ejecutiva, presidentes de las Comisiones Episcopales, presidente de la Junta Episcopal de Asuntos Jurídicos, miembros del Consejo de Economía y los presidentes de las Subcomisiones Episcopales.
CORONAVIRUS
En otro orden de cosas, el arzobispo de Zaragoza se ha referido a la enfermedad ocasionada por el coronavirus y ha sostenido que la Iglesia "quiere colaborar con las instituciones sanitarias".
De hecho, ha indicado que en Italia, "las misas ordinarias en las Diócesis de Milán y de Venecia se han suprimido, si bien permanecen abiertas las iglesias para los funerales y también incluso para las bodas".
A su entender, existe una "hipersensibilidad" en este asunto y ha remarcado que, "sobre todo, no tenemos que señalar con el dedo a ninguna hermano de China, ni de otros sitios".